El mejor metro del universo

Varios lectores se quejan del metro, con argumentos varios. M. L. R. M. resume en una carta los motivos del descontento: suciedad, falta de puntualidad y eficacia, descontrol y demagogia.

Sobre la suciedad, escribe: "Es impresentable la auténtica suciedad (roña de años) que hay en el metro. Es de vergüenza. Los lunes, tienes que ir con pies de pato para no pisar meados, botellas rotas, desechos de cualquier comida. Los que vamos a trabajar tempranito nos sentimos abofeteados en nuestra dignidad de currantes. No se ve a nadie limpiando de día en un metro que (seguramente) mal limpian por la noche (creemos). Y digo roña porque es suciedad consolidada (me fijo en ciertos puntos de suciedad y siguen allí durante meses)".

La puntualidad no merece mayor consideración: "Desde hace dos años o tres, cada vez hay menos eficacia. Cuando no es la línea 1, es la 3. Siempre hay paradas, incidencias, molestias que hacen que no puedas estar del todo segura de si llegarás puntual. Siempre sin avisar ni dar explicaciones".

La queja respecto al descontrol tiene que ver con los que no pagan. Poquísimos, según la dirección de TMB, lo que contradice un número notable de experiencias personales. Será, como decía Descartes, que los sentidos engañan a la razón porque no son perfectos. Hoy se podría añadir que lo único perfecto (Dios excluso) es el metro de Barcelona. Tanto es así que la respuesta de la empresa a las deficiencias que perciben los usuarios es así de clara: no se enteran. El "índice de cumplimiento del servicio de metro" es del 99,98%, es decir, el tiempo que se pierde entre paradas, averías y espera es menos que cero. Es decir, que Barcelona tiene el mejor metro del universo. Casi un metro y medio.

Una queja diferente es la de R. B. Explica que un día tuvo una necesidad fisiológica en el metro. ¿Qué hacer? Salir a la calle y volver a entrar. Pensó que podría explicar al empleado la situación para no tener que pagar dos veces. No había empleado. TMB no lo cree, pero sí reconoce que no hay servicios para el usuario. Nunca ha habido, se justifica la dirección. Antes, las líneas tenían menos de una docena de kilómetros y ahora las habrá de 40, pero eso, parece, no necesita ser tenido en cuenta.

"He rellenado una hoja de reclamación explicando el caso", dice R. B. En el metro, dice la respuesta, no hay servicios porque sería muy caro y porque los usuarios son unos guarros y unos incívicos. No usa estas mismas palabras, pero se entiende perfectamente.

Además, añade la carta de TMB, "el tiempo de espera en el metro, con una media de tres a cuatro minutos, no justifica el esfuerzo técnico y económico que sería necesario para cubrir este aspecto de la realidad cotidiana". Y, señala, "la vía pública está llena de establecimientos que tienen este servicio". R. B. está más molesta por la respuesta que por los hechos denunciados. Tanto, que ha vuelto a reclamar. Por supuesto, sin razón. Ésta la tiene, en exclusiva, la dirección del mejor metro del universo.

Para quejas dirigidas a esta sección dirigirse a Catalunya@elpais.es a la atención de Francesc Arroyo.