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Entrevista:JOSÉ MARÍA RAMÍREZ POMATTA | PRESIDENTE DE MUTUA MADRILEÑA

"Somos el grupo asegurador español más rentable"

"Hemos dejado de ser exclusivamente una compañía monoproducto y sólo de Madrid"

"Mutua Madrileña, si cotizase en Bolsa hoy, algo que no contempla, sería la décima segunda compañía del Ibex 35 por rentabilidad y capitalización. Lo digo sólo a efectos de comparación", asegura su presidente. José María Ramírez Pomatta, abogado en ejercicio desde 1965, con participación en casos históricos como el de la legalización del Partido Comunista, el proceso 1.001 contra sindicalistas de Comisiones Obreras o la catástrofe de la presa de Tous, ha presentado esta semana los resultados del grupo asegurador en el pasado ejercicio, con un beneficio neto de 607,17 millones de euros, un 26,5% más que en 2005.

"Mutua es la primera aseguradora española que supera los 600 millones de beneficio neto y casi dobla con ello el beneficio de la segunda", afirmó el presidente de la entidad en un acto en el que criticó la presentación de resultados proforma de su competidora Mapfre.

"Nos hemos sometido a las exigencias de transparencia de las sociedades cotizadas, aunque no lo somos y no estábamos obligados a ello"
"Muchas aseguradoras han recurrido a continuas reducciones en el precio de sus pólizas para sobrevivir, pero no van a poder hacerlo siempre"
"Mapfre ganó 330 millones en 2006, aunque haya estimado resultados consolidados de 610 millones en unas cuentas proforma anexas"

Pregunta. Dentro de unos meses cumple usted un lustro al frente de Mutua. ¿Qué aseguradora se encontró cuando accedió a la presidencia y en qué ha cambiado?

Respuesta. Fui nombrado presidente en 2002, pero era consejero desde 1995. Mutua Madrileña hace cinco años seguía siendo lo que había sido siempre, una buena empresa, muy solvente, sólida y tranquila, pero su futuro estaba amenazado por la falta de una gestión activa, por un cierto anquilosamiento en su gestión. En un sector y en una economía donde prima la evolución y la innovación constante si te quedas parado y no reaccionas a los cambios...

P. Mueres de autocomplacencia.

R. Ése era el riesgo. Cuando llegué a la presidencia, Mutua Madrileña tenía dos grandes debilidades. Debilidades que fueron, sin embargo, cuando se creó la sociedad, dos de sus mayores factores de fuerza y solidez, pero que con el paso del tiempo se han transformado en lo contrario: el haber circunscrito su actividad a ser simplemente una aseguradora de autos, una compañía de chapa y pintura y el limitar su ámbito de actuación a Madrid. Algo que limitaba nuestra capacidad de competir y además desmotivaba a su personal.

P. ¿Qué medidas toma?

R. Puse en marcha un primer plan cuyo objetivo final era transformar una empresa monoproducto en una empresa multiproducto y ampliar también su ámbito geográfico de actuación. Los dos primeros años de mi gestión, 2003 y 2004, se dedicaron fundamentalmente a una reorganización interna que era imprescindible para el cambio. El grupo tenía apenas 300 empleados, hoy tenemos 1.700 y serios problemas de personal. Había pocos peritos. No existía una organización moderna. Se carecía, por ejemplo, de departamento financiero, de auditoría o de recursos humanos. Las cosas funcionaban por inercia, se hacían a fuerza de costumbre, como se había hecho siempre. La formación académica brillaba por su ausencia. Hoy, el 60% de nuestro personal es universitario y muchos han hecho cursos de especialización y masters. Fue una primera etapa de trabajo callado, pero imprescindible para abordar la asegunda etapa de expansión a otras ramas del seguro y a otras comunidades. Hoy estamos prácticamente en todas las comunidades y tenemos autorización para operar en 11 ramas diferentes de seguro. Hemos crecido orgánicamente y también, como en el caso de Aresa o en el de Autoclub Repsol, mediante compra de compañías.

P. Hablemos de datos concretos. ¿Cómo ha evolucionado la facturación y el número de pólizas?

R. Cuando yo llegué a la presidencia facturábamos unos 600 millones de euros, y el año pasado hemos facturado 1.364 millones, un 23,2% más que en 2005. Respecto al número de pólizas tenemos hoy más de dos millones y hace cinco años alcanzaban sólo 1,1 millones. En nuestro negocio principal, el seguro del automóvil, Mutua Madrileña creció un 11,1%, 2,3 veces la media del sector. Y además lo hemos hecho en un momento en el que el incremento anual de primas de seguros del automóvil ha caído para la totalidad del sector desde tasas del 25% hace cuatro años al 4,8% en 2006.

P. Y en un clima de guerra de precios a la baja para hacer frente a la competencia de compañías que operan a través del teléfono e Internet y con menores costes.

R. Tirar los precios es una mala política porque significa no creer en el producto que vendes, gastar en publicidad dinero que debería dedicarse a otros fines y a la postre deteriorar la cuenta de resultados. Muchas compañías han recurrido a continuas reducciones en el precio de sus pólizas para sobrevivir, pero no van a poder hacerlo siempre. Nosotros no jugamos a eso. Seguimos con nuestra política tradicional de reducir un 20% la póliza del coche a los dos años a los afiliados y un 30% en el tercero. Y luego hemos añadido seguros y prestaciones gratuitas, no como otras compañías que los cobran, como la asistencia en carretera o la defensa jurídica.

P. ¿Por qué han aprovechado la presentación de sus resultados para criticar los de Mapfre? Ustedes no tienen las mismas obligaciones que una empresa cotizada.

R. En primer lugar, porque me preguntaron por esta compañía en la presentación de nuestros resultados y, en segundo lugar, porque los que Mapfre ha presentado a la CNMV y a la prensa son equívocos para los inversores y para el mercado. Y su falta de credibilidad les afecta a ellos, pero también a todo el sector asegurador. Y más cuando continuamente se nos reclama transparencia y claridad. Es cierto que nosotros no tenemos las mismas obligaciones de transparencia que una empresa cotizada, pero sin estar obligados cumplimos sus requisitos. Mutua Madrileña fue la primera entidad en adaptar sus estatutos a la reforma de 2003 de la Ley de Sociedades Anónimas y en presentarlos en el registro.

P. ¿En qué son equívocos?

R. Lo primero que quiero recalcar es que yo no pongo en duda el fondo de sus resultados, no entro en ello, pero discrepo en su presentación a la CNMV. En el documento se dice que Corporación Mapfre ganó 330 millones en 2006 y luego en un documento proforma de resultados consolidados anexos al citado, bien es cierto que con todo tipo de salvedades y advertencias de que ha sido elaborado con meras hipótesis y que no supone ningún compromiso de exactitud o de cumplimiento de objetivos para Mapfre, se habla de unas ganancias de 610 millones. Y al día siguiente toda la prensa dice que Mapfre ha ganado 610 millones y no es cierto. Ha ganado a 31 de diciembre 330.

P. Pero la CNMV ha dicho que las cuentas consolidadas proforma de Mapfre se presentaron de forma correcta.

R. ¿Pero qué cuentas? Es la típica respuesta de un funcionario cuando no quiere comprometerse. No entro en el fondo de las cuentas de Mapfre, como ya he dicho, pero no es lo mismo que le digan al mutualista que debe decidir si pasa a accionista o se lleva el dinero a otro lado, que la sociedad gana un 35% o que gana un 4%. ¿Me explico? El presidente de la CNMV además de decirme que tengo que tener tantas mujeres en el consejo de administración debería preocuparse de asuntos como éste. No son los documentos proforma, es la presentación el mismo día y en un solo documento oficial de ambos resultados lo que induce a error. Mapfre debió presentar 10 o 12 días después de sus cuentas reales, y en documento separado, las cuentas proforma derivadas de su transformación societaria en curso.

José María Ramírez Pomatta, presidente de Mutua Madrileña.
José María Ramírez Pomatta, presidente de Mutua Madrileña.MANUEL ESCALERA

Más de dos mil millones invertidos en Bolsa

P. ¿En qué medida los resultados responden a la gestión activa de su cartera de inversión?

R. Cuando hablo de gestión activa me refiero fundamentalmente a la actividad aseguradora. A las inversiones realizadas en las ramas de salud y en otras. Aunque es cierto que el seguro es un sector maduro y con rentabilidad limitada y que hay que mejorarlo utilizándolo bien y poniendo en valor el patrimonio que la ley te obliga a tener para hacer frente a responsabilidades y contingencias. La renta fija, destino tradicional donde se colocaba este dinero, ha ofrecido en los últimos años rentabilidades que en muchos casos no superaban, o lo hacían por pocas décimas, el IPC. De ahí que tras estudiar bien las opciones de inversión hayamos entrado en renta variable. Es nuestra responsabilidad gestionar bien este patrimonio y creemos que invertir en sociedades como Santander, ACS o Sacyr no es asumir un riesgo excesivo. Mal le iría al país si les va mal a estas compañías. Tenemos invertidos dos mil y pico millones en renta variable. De momento hemos obtenido rentabilidades del 100,4% en nuestros inmuebles, tenemos los mismos 25.000 metros cuadrados que teníamos cuando accedí a la presidencia, pero mejores, y rentabilidades del 87% en inversiones financieras.

P. ¿En cuánto ha aumentado el riesgo de Mutua Madrileña?

R. No ha aumentado. El margen de solvencia creció en 2006 un 12% y siguió siendo el más alto del sector asegurador nacional, con 2.760 millones de fondos propios.

P. Usted se ha mostrado partidario de que el Banco supervise a las aseguradoras.

R. Yo he tenido como abogado experiencia con el Banco de España en temas delicados como la intervención de entidades bancarias. Y tengo muy buen concepto de su funcionamiento, de su capacidad de inspección y de control. Tiene más medios que la dirección de seguros y además sería conveniente que todas las compañías, cotizadas o no, se rijan por los mismos criterios y que puedan compararse sus cuentas. Las directrices europeas así lo reclaman desde hace tiempo.

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