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Desarticulada una banda de asaltantes cuyos miembros fingían ser policías

Cinco jóvenes fueron ayer detenidos por los Mossos d'Esquadra, acusados de protagonizar robos en domicilios con violencia e intimidación, tras las denuncias presentadas el año pasado por varios vecinos de Vilanova del Camí y de Piera (Anoia). Los integrantes de la banda desarticulada, de edades comprendidas entre los 22 y 31 años, se hacían pasar por policías ante sus víctimas. Cuatro de los cinco arrestados ingresaron en prisión. El quinto fue puesto en libertad. La investigación permanece abierta.

Las detenciones, que llevaron a cabo efectivos de los Mossos del grupo de delitos violentos de la Unidad Regional de Investigación de Manresa, tuvieron lugar en distintas localidades: El Prat de Llobregat, Abrera, Manresa e Igualada. Fuentes de la policía autonómica destacaron la "complejidad" de sus investigaciones, teniendo en cuenta la "gran movilidad de los integrantes de la banda". Otro de los aspectos que dificultó la actuación policial es el hecho de que los domicilios de los agresores estuvieran equipados con cámaras de seguridad listas para detectar la vigilancia policial.

Escopeta recortada

Durante los registros de la vivienda de los detenidos, los agentes encontraron una escopeta recortada y distintos objetos relacionados con varios robos.

La investigación policial continúa abierta, ya que los Mossos quieren determinar si los arrestados están involucrados en delitos violentos similares en localidades distintas a Vilanova del Camí y Piera. Fueron vecinos de estos municipios quienes denunciaron, a principios de octubre del año pasado, que habían sido víctimas de asaltos en el interior de sus domicilios por parte de individuos que esgrimían armas de fuego y que se hicieron pasar por policías.

Según la información facilitada por los Mossos d'Esquadra, en Piera tres de los detenidos abordaron a una mujer cuando salía de su coche en el aparcamiento de un supermercado de dicha localidad. Tras identificarse con placas de policía falsas, los ladrones obligaron a la víctima a acompañarles hasta su domicilio familiar, que, según le dijeron, querían registrar. Durante el trayecto hasta su casa, la amenazaron con un arma de fuego corta. Una vez en el domicilio, los falsos policías preguntaron a la mujer dónde tenía guardado el dinero, y la mujer les entregó 5.000 euros en metálico. Los policías falsos no se dieron por satisfechos y revolvieron toda la casa en busca de objetos de valor.

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Basilio M. F., vecino de Olérdola; Juan E. D., originario de Vilanova del Camí, y Licerio R. R., que vive en Granada del Penedès, pasaron a disposición del juzgado de instrucción número 4 de Igualada, que decretó su ingreso en prisión provisional. El juzgado de instrucción número 3, por su parte, hizo lo mismo con Francisco Javier D. E., de El Prat de Llobregat, pero dejó en libertad a Julio R. G., de Lleida.

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