Cuatro chicas en los huesos

La fotógrafa Lauren Greenfield se instaló con su cámara durante seis meses en el Renfrew Center de Florida (EE UU). Allí conoció a Shelly Guillory, enfermera de 25 años que ha pasado los últimos cinco alimentándose a través de un tubo. A Pollack Polly Williams, que se decidió a ingresar en el centro a los 29 años tras intentar cortarse las venas por la culpa que sentía después de comerse dos trozos de pizza. A Brittany Robinson, de 15 años, que competía con su madre en concursos de masticar y escupir dulces y bajó de 84 kilos a 44 en un año. Y a Alisa F. Williams, de 30 años, que se ha impuesto una dieta de 200 calorías cuando necesita una de 1.600 para su complexión.

Shelly, Polly, Brittany y Alisa son las protagonistas de El miedo a comer, premiado documental de HBO que esta noche estrena Canal + (22.00). El trabajo de Greenfield traza un retrato de los trastornos de la alimentación -que afectan ya al 4% de las adolescentes españolas- a través del día a día de estas cuatro jóvenes en el centro médico de Florida: su ingreso, las sesiones de terapia, los rituales del peso y los almuerzos, las charlas con los familiares... Y lo hace a partir del testimonio de las protagonistas, con una distancia exquisita. "Invisible, inaudible y respetuosa, Greenfield es la antítesis de directores como Michael Moore", dijo de ella el Evening Standard.

En el largometraje documental se ve cómo Shelly ha aprendido a darle un nuevo cometido a la sonda a través de la que se alimenta, por donde saca ahora con una jeringuilla lo que ha comido. Alisa reconoce que su intención última cuando se alistó en el ejército para participar en la Operación Tormenta del Desierto era la de bajar peso. Brittany, desesperada, llega a pedir que la dejen morir, y Polly es expulsada porque los responsables del Renfrew Center la consideran una mala influencia para sus compañeras.

El trabajo de Greenfield huye de los informes y las estadísticas, pero éstos llegan a conclusiones escalofriantes. Según un estudio publicado en el American Journal of Psychiatry, un 47% de las pacientes de anorexia y bulimia se recuperan totalmente; entre un 20% y un 30% pueden acabar llevando una vida normal, pero no se librarán nunca de las obsesiones; otro 20% vivirá con ello toda la vida, y un 6% muere, en la mayoría de los casos por suicidio.

El miedo a comer tiene, entre otros premios, el de mejor largometraje documental del Festival de Cine de Londres y el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cine Independiente de Boston del año pasado.