El pleno suspende el debate que debía aprobar los presupuestos municipales
Aunque los vecinos de Gondomar parecen haberse acostumbrado a la tropa de periodistas que puebla estos días sus calles, los que parecen dispuestos a apurar al máximo sus cinco minutos de gloria ante los medios de comunicación desplazados a su municipio son los concejales de los grupos de la oposición, en claro contraste con el por momentos huidizo alcalde, el popular Carlos Silva.
El parte local comenzaba ayer a la una de la tarde con el esperadísimo pleno convocado para debatir los presupuestos municipales, que finalmente acabó siendo suspendido a instancias de los concejales independientes de la corporación.
Que no saliese del alcalde la decisión de suspender la sesión enervó a socialistas y nacionalistas. Pero el alcalde, Carlos Silva, se limitó a cumplir con lo esperado y anunciar que confía en la renuncia de los dos ediles acusados presuntamente de cohecho, José Luis Mosquera y Alejandro Gómez, a los que el PP local decidió cesar ayer tarde.
En el Ayuntamiento de Gondomar el Partido Popular gobierna con la mayoría absoluta que le otorgan sus nueve concejales. El PSOE tiene sólo uno, después del abandono de otros tres ediles que ahora forman el grupo denominado Move Gondomar y ejercen como independientes en la corporación. El BNG completa el arco municipal con otros cuatro concejales.
Terminado el pleno, nacionalistas y socialistas se rifaron el salón para calificar de farsa todo lo vivido ayer a mediodía. Para el concejal del Bloque Nacionalista Galego Paulino del Río es urgente "sanear este ayuntamiento", por lo que exigió a los dos ediles populares detenidos por supuesta corrupción urbanística que "dejen su cargo" inmediatamente.
A su vez, el portavoz del BNG en el Ayuntamiento de Gondomar, Antonio Araúxo, aseguró no está tranquilo con las cuatro detenciones practicadas por las fuerzas de seguridad hasta la fecha. "Pensamos que esto es sólo la punta del iceberg, pero que hay mucho más", subrayó.
Los nacionalistas se pusieron épicos y acusaron al alcalde de estar cruzando su particular "Rubicón de la decencia política", en palabras de Del Río. Araúxo insistió además en la necesaria suspensión del Plan General de la localidad, para él claramente bajo sospecha.
Tampoco escatimó exigencias ni acusaciones el edil socialista y portavoz del grupo municipal José Carlos Cabaleiro. El único representante del PSdeG que queda en el Ayuntamiento criticó especialmente al alcalde por "no haber convocado a los portavoces municipales" para abordar la crisis política antes del pleno celebrado hoy.
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