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EN SEGUNDO PLANO | Juicio por el mayor atentado en España | 11-M

"Recomiendo a las víctimas ver sólo un telediario al día"

Antonio Jiménez Barca

Syra Balanzat se sienta cada día del juicio al lado de quien peor lo pasa. Su profesión es la de psicóloga. Su labor, la de observar a las víctimas, la de estar pendiente de sus gestos, la de prevenir que se derrumben.

Días antes de las sesiones, el equipo de psicólogos en el que trabaja Balanzat, contratados por la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, evaluó personalmente cada caso. "Les hicimos un cuestionario y vimos cómo respondían. Dependiendo de la ansiedad con la que reaccionaban les aconsejamos que acudieran o no. A pesar de eso, hay quien, a pesar de nuestras recomendaciones, ha venido. Sabía que lo podía pasar muy mal y ha venido. Es gente valiente".

En ninguna de las dos sesiones que se han celebrado se han producido ataques de pánico, desmayos o episodios de histeria. Tampoco incidentes. Cuando termina cada sesión, los familiares de los que murieron en los trenes salen en grupos en dirección a la ciudad. Caminan con calma. A veces con los ojos hinchados, pero con calma.

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La conspiración irrumpe en la sala

Balanzat lo explica: "Venían muy preparados. Sienten mucha rabia cuando los acusados se niegan a responder, pero saben sobreponerse". Se nota que está orgullosa de ellos.

"También hay que decir que se han sentido arropadas. Por ejemplo, el primer día, el presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, bajó a la sala donde se colocan las víctimas, en una sala aparte, en la planta baja, y les preguntó si querían algo. Algunos le pidieron subir a la planta principal para seguir el juicio con los encausados cerca".

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Técnicas de respiración

Si en algún momento Syra observa que alguien rompe a llorar, o suspira, o se congestiona, se acerca, le recuerda las técnicas de respiración o de relajación y procura calmarlos. Por lo general lo consigue.

"El primer día hubo sesión de diez a dos y de cuatro a ocho de la tarde; terminaron agotados, y muchos necesitaron nuestra ayuda. En esos casos, lo mejor es ayudarles a que se expresen, ésa es la mejor manera de expulsar la angustia", asegura. Y añade: "Para ellos es muy duro. Ver la cara de los presuntos asesinos es muy duro"

Los consejos no sólo sirven para el momento del juicio. "Les pido que no vean más que un telediario al día", explica Syra. Les recomienda también no seguir el juicio todos los días en directo, buscarse actividades a fin de no pensar continuamente en lo mismo, acudir a la sala con algún familiar...

Lecciones simples para sobrellevar el horror.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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