Lagos bajo los glaciares antárticos
Los científicos explican que las aguas profundas actúan como lubricante del desplazamiento de las capas de hielo
Desde un satélite en órbita, a 600 kilómetros de altura sobre la Tierra, unos científicos han podido echar un vistazo a lo que hay debajo de grandes glaciares de flujo rápido en la Antártida. Y han descubierto algo sorprendente: lagos y canales bajo el hielo que se llenan y vacían de agua, y muy rápidamente, alterando la elevación del hielo que tienen encima. No es la primera vez que se encuentran lagos en el subsuelo del continente blanco -se conocen casi 150-, advierten los investigadores, pero en este caso se trata de glaciares que se desplazan deprisa -un par de metros al día- y el agua parece que actúa como lubricante de dicho movimiento.
"Es este hielo de rápido movimiento lo que determina cómo responde la capa helada al cambio climático a corto plazo", explica Robert Bindschadler, científico de la NASA y uno de los autores de la investigación, que se publica hoy en la revista Science. También es una sorpresa la gran cantidad de agua que interviene en este sistema dinámico, destaca Helen Fricker (Instituto Scripp de Oceanografía, EE UU), líder de la investigación.
Los científicos han utilizado los datos del satélite ICESat, de la NASA en combinación con registros de otros instrumentos en órbita, para detectar estos lagos, a unos 800 metros de profundidad bajo los glaciares de Mercer y Whillans. Los tres mayores miden entre 120 y 500 kilómetros cuadrados. El resto de los lagos está más disperso. Mercer y Whillans son dos de los mayores glaciares rápidos que llevan hielo desde el interior de la Antártida occidental hacia la plataforma helada del mar de Ross.
La Antártida almacena en torno al 90% del hielo que hay en la Tierra y el 70% del agua dulce.
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