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Reportaje:

La incógnita se llama Rijkaard

El conflicto, con cinco grandes actores, ha provocado un desgaste institucional importante y ha revelado la fragilidad del club

Ramon Besa

El abrazo entre Ronaldinho y Eto'o escenificó un acuerdo de supervivencia en el vestuario porque el Barça necesita de ambos para competir por los títulos, de manera que serán los resultados los que fortalezcan o debiliten la alianza. El conflicto, en cualquier caso, ha provocado un desgaste institucional importante. Ha dado la sensación de que la entidad es frágil porque un futbolista ha puesto en entredicho a la mayoría de los estamentos del club. A veces, parece que la directiva ha perdido el timing en su acción de gobierno desde que fue obligada a la convocatoria de elecciones el verano pasado y de una crisis de crecimiento se ha pasado a otra de adelgazamiento.

- Laporta. La suya es una posición extremadamente delicada. El presidente siempre defendió a Rijkaard y, al tiempo, fue decisivo en la contratación de Eto'o, opiniones que en su día sirvieron para contrastar sus diferencias con el entonces vicepresidente Sandro Rosell, valedor de Ronaldinho. Fiel a su declaración de que "Eto'o es la niña de mis ojos", Laporta intervino para defender al jugador de las palabras pronunciadas el domingo por el entrenador. Eto'o, sin embargo, se calentó horas después del anuncio de paz del presidente y le dejó en muy mal lugar. A Laporta no le había gustado seguramente que Rijkaard revelara, después de una pregunta de un periodista, que Eto'o se había negado a salir al campo contra el Racing, por más que las imágenes pudieran desvelar el desaire del delantero.

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- Puyol. Resolvió de manera excelente la primera crisis que se le presentaba como capitán. Reunió a las distintas partes, individual y colectivamente, y puso las condiciones para resolver el desencuentro y forzar una tregua. Intervino sin condicionantes pese a que Ronaldinho forma parte de la comisión de capitanes con Xavi. Así lo entendió Begiristain: "Funcionó la autogestión". Los jugadores entienden que el caso Eto'o puede actuar de reactivo en un equipo que actuaba con cierta monotonía. Algunos recuerdan precisamente que el dream team despertaba después de una goleada. El Barça de Rijkaard es más fiable y, consecuentemente, puede necesitar otros estímulos.

- Rijkaard. Es el año de Rijkaard desde que Juande Ramos afirmó que se olía la salida del técnico del Barça a final de curso. Hubo un momento en que la directiva tuvo la sensación de que el entrenador se iría no sólo porque entendía que se llegaba a un fin de ciclo, sino también por asuntos personales. Más tarde, sin embargo, cambió de opinión. Hoy, más que una certeza, hay cierto miedo a que pueda rescindir el contrato. Incluso desde el club, se le recrimina que revelara la negativa de Eto'o a saltar a la cancha. "No es cierto que Eto'o no quisiera jugar", afirmó el presidente, "sino que necesitaba calentarse antes de salir". Hay quien entiende que Rijkaard rompió el llamado pacto del vestuario y creó un agravio comparativo porque ha sido más condescendiente con jugadores como Ronaldinho. Rijkaard, sin embargo, ejerció siempre como un gran gestor del vestuario y se le tiene como la llave maestra para que el equipo funcione, de manera que si señaló a Eto'o habría sido de manera premeditada para provocar una acción-reacción, para airear el vestuario, para denunciar una situación insostenible. Rijkaard ya fue decisivo en la salida de Sandro Rosell del club. Ahora, la duda es si ya ha decidido irse o, por el contrario, ha anunciado con un caso gráfico cómo quiere renovar el plantel a final de temporada. La ausencia de Begiristain, de viaje, propició el cuerpo a cuerpo Laporta-Rijkaard porque el Barça no tiene vicepresidente deportivo.

- Ronaldinho-Eto'o. Ronaldinho abrazó a Eto'o y ha salido de rositas de una trifulca que le apuntaba directamente. El brasileño es listo y pragmático. Necesita un entrenador que le cuide como Rijkaard y un goleador como Eto'o para armar su mejor juego. Eto'o tiene muchos socios en el campo y muy pocos en el vestuario. Su forma de interpretar la realidad barcelonista es muy particular. Quienes saben de sus andanzas cuentan que su bravata se produjo después de leer la prensa, cuando percibió dos formas antagónicas de analizar su desafío en el partido contra el Racing.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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