Eto'o, víctima de la ansiedad

Peleando con Carles Puyol, Samuel Eto'o rodó por el suelo. El capitán le pisó la mano pero Samu se levanto, sopló sobre los dedos y buscó recibir el saque de banda. Recibió el balón de espaldas, lo protegió con el cuerpo, se giró y lo clavó. La gente se miró, cómplice: Por vez primera desde que volvió al grupo, ayer Eto'o se pareció a Eto'o. Jugó liberado, se entrenó al nivel que se le recordaba, con la intensidad que acostumbraba antes de romperse. Metió goles y el pie. "¿Le has visto? Hoy sí, ¿eh?", comentó Xavi después. El centrocampista pasó por una lesión parecida que le apartó cuatro meses de los campos y ahora trabaja con un ojo en el balón y el otro en Eto'o.

El pasado domingo, cuando Eto'o dejó de calentar y rehusó entrar en el terreno de juego a falta de seis minutos para que terminara el partido entre el Barcelona y el Racing, el africano empezó a perder el partido contra su propias ganas por volver a jugar. "Hay que entenderle", le disculpó ayer Deco al ser preguntado por las declaraciones del delantero, el martes, en las que atacó a Rijkaard y a Ronaldinho. "Tenía el Balón de Oro muy cerca y muchas ilusiones cuando se lesionó. Ha pasado demasiado tiempo fuera y eso es muy duro. La gente le presiona, le quiere ver, y las ganas de volver son dificiles de soportar", dijo a Radio Marca. "Su ansiedad es normal", concluyó.

Pero Eto'o no es un jugador normal. "A toro pasado es fácil, pero tal vez vez deberíamos haberle ayudado a canalizar esa ansiedad con la ayuda de un psicologo", se cuestionaba ayer un miembro del staff de Rijkaard. "Es algo que siempre te planteas, pero el jugador es mentalmente muy fuerte y, a estos niveles, el médico debe conocer mucho al jugador para ser efectivo", justificaron en el cuerpo médico. "Tal vez nos equivocamos", reconocieron ayer en los despachos. El entorno del jugador, que le sabe incontrolable, apunta a otro lado. "Lo que necesita es jugar. Hemos hablado con él pidiéndole calma y paciencia y no ha servido de nada", lamentan.

"Podía salir por cualquier sitio. Revientas porque te puede la ansiedad. Y cuando eso te pasa, no calibras las consecuencias: consumes exageradamente alimentos, drogas, bebes o usas compulsivamente la tarjeta de crédito. Si no, coges el coche y te metes un subidón de adrenali

na a 300 kilómetros por hora que, con mala suerte, te mata", explicó ayer un psiquiatra ajeno a los servicios médicos del club a este periodico. "No calibras las consecuencias de tus actos", aclaró.

Ayer Eto'o parecía otro. Como liberado de tanta tensión, su rendimiento durante el entrenamiento fue espectacular. Metió el pie y metió goles. Los sufrió Valdés, uno de sus mejores amigos en el grupo. "Nos llevamos bien, somos muy parecidos", afirmó el portero, que hace unos años se declaró en rebeldía ante Louis van Gaal durante un fin de semana, negándose a jugar en el Barcelona B. "Como le conozco, he tratado de tranquilizarle y canalizar sus ganas por volver de manera positiva", dijo . "Es un ganador, le necesitamos".

El problema de Eto'o es que, teniendo bien la rodilla, está lejos de ser el que era. Y eso tal vez no acabó de entenderlo, por mucho que se lo explicaron, al recibir el alta. "Pensó que entraría en el grupo, saldría diez minutos un dia, 20 otro y listo", dicen los servicios médicos del club. Y no. "Eto'o no volverá a ser el que era hasta la próxima temporada. Su rodilla está bien y sólo le falta cargar los cuádriceps -los ejercita cada tarde en el gimnasio- pero, sobre todo, le falta fútbol, minutos".

Rijkaard lo sabe desde el primer día y Eto'o los exige desde el segundo entrenamiento. "Demasiada prisa", convienen quienes trabajan con él. "La situación a veces no permite darle tantos minutos como quisiéramos", asume el entorno de Rijkaard. Por eso, entre otras cosas, hoy habrá partidillo en el Mini Estadi.

"Yo sé lo que me costó recuperar las sensaciones de antes de mi lesión. No veía la pelota. Iban a otra velocidad. Era como si ellos jugaran a un deporte y yo a otro", explica Xavi, que calificó el rendimiento de Eto'o ayer de "espectacular e intenso". La duda es si Rijkaard le llevará o no a Valencia. El lunes estaba descartado pero, viéndole ayer y consciente de que necesita minutos, Rijkaard duda. El problema es saber si el Valencia permitirá minutos basura.