Que lo defienda Trillo

Para convencer a los electores de que hay que ir a votar sí el próximo domingo el Estatuto primero hay que estar convencido de ello. Y, eso, al PP no le sale. El debate televisivo emitido anoche en Canal Sur fue un claro ejemplo de lo anterior. Esperanza Oña, portavoz del grupo popular y miembro de la ponencia redactora del Parlamento andaluz con más ausencias que asistencias a las reuniones, pidió el sí de manera clara, aunque equívoca. "Es verdad que se establecen nuevos derechos, pero hay muchos que están regulados" como el de la segunda opinión médica, cuando la gente aún espera la primera, dijo; también es verdad que la comunidad tendrá competencias para combatir la siniestralidad, pero "para qué sirven" si el año pasado murieron en Andalucía 148 personas en accidentes laborales. "El día 19, después del referéndum, no va a pasar nada. Todo seguirá igual, mientras no haya un cambio de gobierno", dijo más de una y dos veces.

Oña, de morado y blanco, inició su intervención acusando a la televisión pública andaluza de haber "impedido" que participase en el debate su presidente regional, Javier Arenas, cuando en realidad se trataba de un acuerdo alcanzado en el mes de enero del Consejo de Administración de RTVA para un debate entre "representantes de los grupos parlamentarios", no de líderes.

Si el PP quiere defender ante sus electores de centro derecha que voten el Estatuto deberían haber traído más a Federico Trillo, su portavoz en la Comisión Constitucional, quien días atrás afirmó que el Estatuto es de todos, también del PP, y que es tan bueno que hasta IU lo apoya. Con convicción profesional.

El portavoz socialista, Manuel Gracia, con chaqueta oscura y corbata color salmón, no entró a trapo alguno y desde el primer momento se propuso informar a los ciudadanos del nuevo Estatuto enfocando sus intervenciones en el catálogo de derechos, las competencias, los principios de financiación en función de la población. Gracia no fue a rebatir argumentos, sino a defender los suyos. "El sí dará fuerza a Andalucía", proclamó.

Concha Caballero, con una chaquete verde Betis, sostuvo sus argumentos a favor de la reforma porque incorpora hasta 31 nuevos derechos que obligarán a su desarrollo y cumplimiento a todos los gobiernos y duplica el número de competencias. Para hacer ver a los espectadores la diferencia entre los dos textos estatutarios, la portavoz de IU mostraba un ejemplar tipo carterita de colegio del Estatuto de Carmona en una mano y otro tamaño folio del 2007 en la otra. "Es que no hay color", enfatizaba.

La andalucista Pilar González, con corte de pelo Mafalda y chaquete verde manzana, la deriva del debate en torno a los derechos sociales le incomodó. "No están mal", dijo, pero "no tienen ninguna garantía jurídica". Afirmación que apoyó con convicción Oña.