La Junta nombra Hijo Predilecto de Andalucía al novelista José Saramago

El Consejo de Gobierno de la Junta acordó ayer nombrar Hijo Predilecto de Andalucía al escritor portugués José Saramago. La Junta otorga esta distinción al Premio Nobel porque "mantiene una fuerte vinculación con España y con Andalucía, especialmente cultivada desde que en 1986 conoció a su actual esposa, la periodista granadina Pilar del Río". "Estoy muy contento", dijo ayer Saramago (Azinhaga, 1922) tras enterarse de la distinción. "Andalucía es la parte de España donde nació mi mujer. Yo no sería hoy Hijo Predilecto de Andalucía si no hubiera conocido a Pilar hace 20 años", agregó.

Además, el Consejo de Gobierno de la Junta acordó conceder las Medallas de Andalucía al torero Miguel Báez Espuny, El Litri; al Real Betis Balompié; a los jugadores de baloncesto Carlos Cabezas Jurado, Bernardo Rodríguez Arias y Felipe Reyes Cabañas; a la escritora Juana Castro; al empresario Ramón Contreras; a la enfermera María García Torrecillas; a la bailaora Eva Yerbabuena; al cantante Raphael, y al músico Javier Ruibal. Las distinciones serán entregadas el 28 de febrero, Día de Andalucía.

Saramago fue el gran protagonista de la jornada. Su estrecha vinculación con Andalucía, forjada con numerosas estancias en la comunidad autónoma y con su participación en distintos actos en apoyo a su cultura, culmina con el nombramiento de Hijo Predilecto. "Antes de conocer a Pilar, mi mujer, leía a los escritores andaluces y admiraba los monumentos y paisajes de Andalucía. A raíz de la relación entre Pilar y yo, empecé a tener una familia nueva, una familia andaluza", comentó el Premio Nobel en una conversación telefónica. Saramago vive una parte del año en Lanzarote y otra en Lisboa, la ciudad a la que marchó en 1924 con su familia, que abandonó su aldea natal.

"Soy Hijo Adoptivo de la provincia de Granada y de dos o tres pueblos más. La Junta ha considerado que todo esto, junto a mi participación en actos organizados por la Universidad e instituciones culturales de Andalucía, ofrece razones suficientes para tomar su decisión", señaló el autor de La balsa de piedra. Saramago participó en 2006 en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México), donde Andalucía fue distinguida como invitada de honor. Saramago apoyó con su presencia en la ciudad mexicana a la delegación andaluza.

De hecho, el novelista tuvo un cálido recuerdo para Andalucía en una de sus intervenciones en Guadalajara. El autor de El año de la muerte de Ricardo Reis evocó el cambio que Pilar del Río trajo a su vida. "Llega Pilar en 1986 con su gran familia andaluza. Tiene 14 hermanos. Yo sólo he tenido un hermano y murió cuando yo era niño. La de Pilar es una familia andaluza, que no es poca cosa. Una familia andaluza es un terremoto", comentó entonces Saramago. El escritor portugués habló de su situación con sus familiares políticos cuando hay reuniones multitudinarias. "Me veo rodeado de 14 cuñados con sus esposas y sus novias. Quiero dormir y no me dejan. Dan una imagen del andaluz que en ninguna circunstancia hubiera podido alcanzar. Tuve el privilegio de que una familia andaluza me adoptara", afirmó el autor de Ensayo sobre la ceguera.

Falta de conocimiento mutuo

Saramago también recordó ayer la falta de conocimiento mutuo que ha lastrado las relaciones entre España y Portugal, un fenómeno que, a su juicio, está en retroceso. "Es una pena que eso ocurriera. Hace unos años era muy difícil encontrar una obra literaria de Portugal traducida al castellano y viceversa. Hoy esto no ocurre ya. En cualquier librería española se encuentran libros de autores portugueses. Y los autores españoles están en las librerías portuguesas", señaló el novelista.

"Las cadenas de radio y televisión de España son muy seguidas en Portugal. Los dos países se van acercando poco a poco. La situación creada por siglos de indiferencia, cuando no de hostilidad, está llegando a su fin", concluyó Saramago.

El consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, hizo mención ayer de la riqueza narrativa de la obra de Saramago. "En las novelas de Saramago, la crítica a los aspectos más decadentes de la sociedad actual se combina con la aparición de personajes y de comportamientos excepcionales contra corriente que, según el escritor, son los que hacen que el mundo sea habitable", afirmó Zarrías.