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Reportaje:

900 millones de euros por un tubo

Medgaz notifica esta semana los adjudicatarios del segundo gasoducto entre España y Argelia

Medgaz, promotora del gasoducto submarino entre Argelia y España, va a hacer público esta semana el nombre de las empresas elegidas para su construcción. Los contratos, relativos a la fabricación de tubos y otros suministros, a las estaciones de comprensión del gas en la costa de Argelia y de recepción del mismo en Almería, a la fabricación de turbocompresores y al tendido de 200 kilómetros de tubo a profundidades de hasta 2.160 metros, suponen el grueso de una inversión total de 900 millones de euros en esta infraestructura.

No habrá participación de empresas y tecnología españolas en la parte más relevante del proyecto: el tendido submarino del tubo a gran profundidad
A través del gasoducto van a llegar a Europa 8.000 millones de metros cúbicos anuales adicionales de gas argelino a partir de 2009

Los objetivos de Medgaz, sociedad creada en 2001 por la española Cepsa y la compañía estatal argelina Sonatrach para diseñar, construir y operar un futuro gasoducto Argelia-Europa, vía España, empiezan a ser realidad. El gas del primero de los tubos llegará en 2009. Se ha diseñado un segundo gasoducto en paralelo que se realizará en una segunda fase y duplicará la capacidad inicial de esta infraestructura, llegará desde Beni-Saf, cerca de de Orán, a la playa almeriense de El Perdigal en 2009.

La totalidad de su capacidad de suministro, 8 bcm (8.000 millones de metros cúbicos) anuales, está ya contratada y el interés por incrementar la participación española en esta provisión ha llevado esta misma semana al ministro de Industria, Turismo y Comercio, Joan Clos, a plantear al titular argelino de Energía y Minas, Chakib Jelil, la posibilidad de que otra empresa española, Gas Natural (GN), se incorpore como cliente y accionista a Medgaz. En la actualidad, de los 8 bcm de capacidad del futuro gasoducto, 2,9 bcm y el 36% del capital de su sociedad promotora corresponden a Sonatrach; 1,6 bcm y un 20% del capital, respectivamente, a Cepsa e Iberdrola; y 0,96 bcm y un 12% del capital, también respectivamente, a Endesa y Gaz de France.

Reajuste accionarial

Con la salida en diciembre de Total y BP de Medgaz, Sonatrach elevó su participación en esta sociedad del 20% al 36% e Iberdrola del 12% al 20%. La Comisión Nacional de la Energía está analizando este cambio accionarial desde hace unas semanas en aplicación de la denominada función 14, la que permite a este organismo vetar una operación si considera que puede perjudicar a las actividades reguladas en las que es competente o a activos estratégicos (Medgaz figura como proyecto prioritario en la planificación del Gobierno de los sectores de gas y electricidad para el periodo 2005-2011).

Tal vez por ello, y para evitar los crecientes recelos sobre la fuerte dependencia energética española de Argelia, Chakib Jelil se mostró receptivo a la solicitud de Clos y sugirió que Sonatrach podría reducir su participación en Medgaz para facilitar la entrada de GN. Advirtió, no obstante, que para tal cambio accionarial es necesario el acuerdo del resto de los socios.

A éstos, sin embargo, no les ha gustado nada que el ministro español haya hecho de broker al servicio de su competidora catalana. Recuerdan que Gas Natural se negó en su día, cuando Medgaz era un proyecto incierto, a participar en el mismo porque entendía, según dijo, que el gasoducto en funcionamiento entre Argelia y Cádiz, a través de Marruecos, hacia innecesaria otra infraestructura.

Señalan finalmente algunos de los socios españoles de Medgaz que es difícil de entender cómo no va a alterar la competencia en el mercado español la participación de Gas Natural en los dos gasoductos. No hay que olvidar que Gas Natural controla ya la mayor parte del mercado del gas y es además el primer importador de este hidrocarburo desde Argelia.

Al margen de este incipiente debate, Pedro Miró, presidente de Medgaz, ha negado la mayor en el tema de la excesiva dependencia energética de Argelia (en la actualidad suministra un 32% del abastecimiento total de gas). "En España existe un límite del 60% para los suministros procedentes de un sólo país. Pero teniendo en cuenta las previsiones de crecimiento de la demanda y que el tubo no entrará en servicio hasta 2009", ha explicado en una reciente entrevista, "la dependencia de Argelia no sólo no superará ese tope, sino que va a mantenerse dentro de los mismos ratios de los últimos años".

Miró suele hacer hincapié en el papel de Medgaz como "transportista" de la materia prima y en que el proyecto está siendo posible gracias al país exportador y al apoyo del Gobierno español y de la Unión Europea.

Este gasoducto es uno de los cuatro grandes proyectos de gas incluidos en el programa europeo de Grandes Infraestructuras Energéticas. Una decisión que revela, en palabras de Miró, la preocupación de Bruselas porque la zona del suroeste europeo tenga un suministro "seguro" y "diversificado".

Lo que no es tan seguro es la participación de empresas y tecnología española en la parte más relevante de este proyecto. Un gasoducto acariciado desde hace décadas, pero que no pudo abordarse hasta 2001 por la inexistencia de tecnologías en el mundo para tender tuberías submarinas a profundidades de varios kilómetros.

Reparto de la tarta

En estos momentos, señalan en Medgaz, sólo hay dos o tres empresas en el mundo capaces de montar este gasoducto en aguas profundas y ninguna es española. No obstante, hay otras partes del proyecto como las instalaciones costeras y el enlace con las redes de gasoductos terrestres nacionales, los estudios de ingeniería y de impacto ambiental en los que han participado y van a seguir participando compañías nacionales.

El gasoducto entre Orán y Almería va a ser la primera conexión directa de los pozos argelinos con Europa, ya que el gasoducto entre Italia y Argelia pasa antes por Túnez y el que enlaza desde hace años con Cádiz lo hace a través de Marruecos. Los problemas que ha tenido el abastecimiento de gas y petróleo ruso a Europa por conflictos entre la compañía suministradora y países de tránsito de sus gasoductos y oleoductos, como han sido los casos de Ucrania y Bielorrusia, hacen especialmente importante por razones geoestratégicas el abastecimiento directo.

Pedro Miró, presidente de la sociedad Medgaz.
Pedro Miró, presidente de la sociedad Medgaz.

Sonatrach y el síndrome de una OPEP del gas

Las alarmas han saltado en Bruselas y en Madrid tras los recientes acuerdos suscritos entre la rusa Gazprom y la argelina Sonatrach. El fantasma de una OPEP del gas, articulada a partir de sus dos mayores suministradores a Europa, y en paraleo la solicitud de Sonatrach para comercializar directamente su gas en el mercado español despierta con razón o sin ella temor en los gobiernos.

En el caso español, la Comisión Nacional de la Energía (CNE) dispone aún de casi tres meses para informar al Gobierno sobre la solicitud argelina, pero como el miedo guarda la viña el grupo parlamentario socialista ha presentado ya una enmienda a la nueva Ley de Hidrocarburos, que se halla en periodo de tramitación, que puede dar cobertura a una eventual negativa.

La enmienda introduce la posibilidad de vetar o condicionar cualquier solicitud para comercializar gas en España cuando proceda de una sociedad perteneciente a un país ajeno a la UE en el que además no exista derecho de reciprocidad para el ejercicio de esta actividad. El problema es que habría que aplicarla con efectos retroactivos y que el Consejo de Ministros autorizó recientemente a Sonatrach a ejercer derechos de voto sobre el 30% en la sociedad pública Generación Eléctrica Peninsular.

Existen riesgos, pero no es fácil ni barato vetar al mejor socio. Los numerosos contratos de energía suscritos con Argelia por empresas españolas (véase el cuadro adjunto) suponen una hipoteca pero también garantizan suministros y precios a largo plazo.

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