Todos los partidos se suman a la protesta de la plantilla de La Toja
Exigen a la Xunta medidas contra la huida de empresas
Unas 800 personas participaron ayer en la manifestación de apoyo a los 153 trabajadores de la fábrica de cosméticos La Toja por el centro de A Coruña. La fábrica cerrará sus puertas a finales de año por la decisión de su propietario, el grupo alemán Henkel, de trasladar su producción a Eslovenia para acrecentar su rentabilidad económica. Representantes locales del PSdeG-PSOE, BNG, PP e IU se sumaron a la protesta.
En la manifestación se corearon gritos contra la multinacional alemana y contra la Xunta
a la que también responsabilizan de la falta de alternativas empresariales en la comarca coruñesa.
Los empleados de la marca gallega, creada en 1905 por el marqués de Riestra, reclaman del Gobierno gallego medidas para evitar la marcha de empresas, máxime cuando obtienen "pingües beneficios" como en el caso de la fábrica de Culleredo, instalada en la comarca coruñesa desde hace 43 años.
El alcalde de Culleredo, el socialista Julio Sancristán, explicó que el interés de un grupo gallego por hacerse con las instalaciones de La Toja en ese municipio, un solar de uso industrial de unos 60.000 metros cuadrados, sigue en pie. Pero advirtió que este proyecto, ajeno al sector de la cosmética y que supondría la creación de 70 u 80 puestos de trabajo, depende fundamentalmente del precio que Henkel pedirá por la venta del terreno que acoge ahora La Toja.
La plantilla de la fábrica de cosméticos, con una media de edad de 44 años y en la que hay familias con varias generaciones, asumen como irreversible el cierre, previsto para el 22 de diciembre. Pero quiere ahora que tanto el Ayuntamiento de Culleredo como la Xunta concreten las alternativas que dicen que existen para recolocar a los trabajadores. Éstos tienen el martes una nueva reunión con los directivos de Henkel para presentarles sus peticiones frente al plan social de la multinacional, que plantea la prejubilación del 20% de los afectados y el despido indemnizado del resto.
En las reivindicaciones de la manifestación de ayer, que concluyó ante la Delegación del Gobierno en Galicia, los representantes sindicales de La Toja hicieron énfasis en la necesidad de un cambio de política económica para poner coto a la precariedad laboral y el cierre de empresas.
El PP, a través de su portavoz municipal, Carlos Negreira, aprovechó la ocasión para criticar al Gobierno bipartito por su inacción, acusándolo de "la huida de rodaballos y ahora la de jabones", dijo en referencia a la decisión de Pescanova de trasladar a Portugal una piscifactoría proyectada para Galicia y a la propia fábrica de cosméticos de Culleredo.
El BNG de A Coruña exigió la implicación de la Consellería de Traballo, en manos del PSdeG, a la que incluso reclamó que deniegue la autorización de cierre de La Toja. "Tiene competencias directas", recalcaron los nacionalistas, recordando que hace unos meses rechazó el cierre de otra empresa de la comarca.
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