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Entrevista:Francisco Rodríguez | Portavoz del BNG en el Congreso y líder de la UPG

"Mi experiencia en el Congreso está agotada"

"Las críticas de la CIG a la Xunta son corporativistas e impropias de un sindicato de clase"

Francisco Rodríguez (Ferrol, 1945) anuncia que no repetirá como candidato en las elecciones generales ni volverá a ocupar cargos en las instituciones, "no por renovar", sino porque su trabajo en el Parlamento "está agotado". El futuro lo planea dentro del Bloque y la UPG y escribiendo una biografía legible de Rosalía de Castro. Pide tiempo para que se noten los "cambios estructurales" de la nueva Xunta y también más contundencia en la ruptura con políticas anteriores.Enfila sus últimos meses en el escaño del Congreso donde se ha sentado desde 1996, año en que el nacionalismo gallego volvió a las Cortes, después de la experiencia del Partido Galeguista en 1936. Secretario General de la UPG, la fuerza hegemónica del Bloque Nacionalista Galego, anuncia, en la entrevista mantenida en gallego, su despedida de las instituciones aunque no de la primera línea política. Rodríguez pone deberes a su partido: 300.000 votos en las municipales para refrendar la gestión del BNG en la Xunta.

"Echo de menos una ruptura clara de la Presidencia de la Xunta con políticas anteriores"
"Industria y Medio Rural planean cambios estructurales que se verán a largo plazo"
"La solución a Astano no es complicada, falta que el Gobierno y la SEPI estén por la labor"
"UGT y CC OO son cómplices de la situación del naval, deberían callarse"
"Veo muy buena voluntad en Educación para cambiar la política lingüística"
"No hay que confundir la primera línea política con las instituciones , seguiré en el BNG"

Pregunta. Durante toda la legislatura el BNG ha apoyado al Gobierno, ¿tiene Zapatero garantizados los votos del Bloque?

Respuesta. El apoyo del Bloque no es fruto de un pacto, sino de la convicción táctica de la necesidad de un Gobierno respetuoso con el pluralismo y los elementos básicos de la democracia. En ese diálogo con el BNG atiende muchas demandas relacionadas con Galicia. Si mantiene esa doble postura recibirá nuestros apoyos.

P. Pero últimamente han surgido diferencias con Astano.

R. Después de 30 años de prohibición para construir buques civiles en ese astillero, caso insólito en la Unión Europea, es hora de buscar soluciones. La SEPI es hostil porque parte de la idea de que la construcción naval civil en España debe reducirse a la mínima expresión en virtud de unos pactos con la UE, porque aspira a beneficiar a los astilleros andaluces, y porque siempre quiso cerrar Astano. Para nosotros la cesión de terrenos es la salida.

P. ¿No son un obstáculo las prohibiciones de la UE?

R. No son jurídicamente válidas. El problema es que se partió del supuesto de que el Estado español no iba a crear problemas intentando recuperar el sector industrial a gran escala, y Astano no es Barreras. Supone entrar en un mercado competitivo como empresa privada, un método que la UE no puede atacar.

P. ¿Cuál es la fórmula para privatizar las instalaciones?

R. No es difícil, hace falta que el Gobierno y la SEPI tengan la convicción de que la operación es viable y deseable.

P. Pero la operación tiene el rechazo de empresa y sindicatos.

R. Los sindicatos estatales y sus burocracias siempre fueron una rémora brutal para el sector naval civil en Ferrol. Firmaron la prohibición para que Astano construyese buques. ¿Alguien mínimamente comprometido con su país sería capaz de defender eso? Con este historial deberían callarse porque son cómplices de lo que ha pasado en Ferrolterra.

P. El bipartito ha cumplido su primer año y medio de Gobierno ¿Cómo valora su gestión?

R. Como todo gobierno tiene claroscuros. Hay muchas diferencias según las áreas en las que, por respeto y prudencia, no voy a entrar. Hay muy buena intención en muchas consellerías y también hay hechos. El problema es que en muchos casos va a tardar en comprobarse la eficacia, ya que tienen que ver con políticas estructurales. Sí echaría en falta un poco más de contundencia en algunas medidas.

P. ¿Qué cambiaría de la filosofía de la Xunta? Hay quien reclama mayor ruptura con el pasado.

R. Hay ruptura en las políticas que están en la cabeza de todo el mundo y tienen que ver con cambios estructurales, pero tardarán en verse. Tienen que ver con los cambios en el ámbito rural y en la política industrial. También en la educación hay muy buena voluntad por parte de la consellería de cambiar la política lingüística y adaptarla a la ley que tenemos. Pero convendría que algunas cosas fuesen expresadas con más rotundidad, y otras necesitan un cambio que no se ha implementado. Es un problema, porque si se van a gestionar las mismas políticas que antes pueden parecer peores porque la burocracia no funciona.

P. ¿Podría citar ejemplos?

R. La línea es excesivamente continuista en las políticas sanitarias, aun reconociendo el problema heredado. La Presidencia debería haber actuado de manera contundente y clara en algunos momentos. Y hay un gran problema de carácter democrático e institucional que es la conducta de la presidenta del Parlamento.

P. ¿Y en las consellerías gobernadas por los nacionalistas reconoce errores? El sindicato CIG ha sido muy crítico con algunas áreas del BNG.

R. La CIG se desautoriza por el corporativismo de sus críticas. Es curioso que critique sobre todo a la consellería que hace más por cambiar las políticas del PP. Pero por sus declaraciones los conoceréis. Desde luego, parecen impropias de un sindicato de clase, como les gusta llamarse. Es un sector de la Administración, pero la Xunta no puede amparar el corporativismo y el statu quo del Gobierno anterior.

P. ¿No ve entonces carencias en las consellerías del BNG?

R. Los errores provienen más de las rutinas y dificultades burocráticas de la Administración y son menores en relación con la voluntad política para crear un cambio de orientación. En unas áreas más que en otras, por cautela no voy a citar ejemplos.

P. ¿Hay tiempo para cambiar la dirección del bipartito hacia esa contundencia que reclama?

R. Sí. En el verano podremos comprobar la eficacia de la nueva política contraincendios. Se está empezando a ver en el rural que hay un Gobierno que trata de defender los intereses del país. Todo el mundo sabe que la Consellería de Industria quiere ser algo más que un mero canalizador de subvenciones. La política de vivienda tiene una orientación positiva aunque con fondos limitados. En materia de bienestar la Xunta ofrece amparo a sectores sociales que no lo tenían, y la política de igualdad y de juventud están bien orientadas. Pero me preocupa que la gestión sea eficaz, que los usuarios de la Administración lo noten. De momento perciben que hay más problemas que soluciones. No sé si por boicoteo de una parte de los funcionarios o porque no se la ha imprimido el ritmo adecuado.

P. ¿Le satisface la solución a la Cidade da Cultura?

R. La Consellería ha garantizando que va a haber espacios para la cultura nacional gallega y a su historia. Creo que es un paso positivo, aunque otros espacios puedan ser transnacionalizados. Por lo menos hubo un debate público. Hay otra cuestión que es el diálogo con los sectores culturales en el que cabría más esfuerzo y mayores inversiones.

P. ¿Cuáles serían unos buenos resultados para el BNG en las elecciones de mayo?

R. Situarnos en un nivel de voto similar al de las pasadas autonómicas. Eso le daría mayor solidez al nacionalismo gallego que vería cumplido su objetivo. Hay un aspecto cualitativo: mantener las alcaldías y aumentar nuestra presencia en los gobiernos. Todo lo que esté sobre los 300.000 votos es aceptable.

P. ¿Esos 300.000 votos consolidarían al nacionalismo o a su líder? ¿Se juega algo Anxo Quintana en las municipales?

R. El BNG no es una organización personalista y ese componente apenas juega en las municipales. Nosotros tenemos el listón de las autonómicas. Es importante consolidar Pontevedra, que aparezcan nuevas alcaldías en O Salnés, Barbanza, O Morrazo y A Mariña. Esos datos nos van a dar un juicio más exacto de si vamos o no por el buen camino. Todos los líderes y todas las direcciones salen más reforzados si los resultados electorales son los lógicos, y lo lógico sería mantener el listón de las autonómicas. Aunque siempre tuvimos menos votos en las locales que en las autonómicas.

P. En la última asamblea la dirección del BNG recibió la contestación de un tercio de los militantes. ¿Puede considerarse un toque de atención a la dirección nacional que se vio obligada a incluir en la Ejecutiva a los sectores críticos?

R. Ya estaban antes en la dirección, otra cosa es que no participasen.

P. ¿Que hubiese cuatro candidaturas no merece la lectura de cierta desunión en el BNG?

R. Ya hubo otras candidaturas alternativas en las últimas tres asambleas. Ninguna de las cuatro listas tuvieron interés en integrarse, desde el inicio tenían planteamientos minoritarios. Otra cosa es que algunos consideramos que la estabilidad del BNG, su capacidad para enmendar errores y la defensa de nuestros valores debemos hacerla desde la mayor unidad posible y de la mano de la organización. Nosotros tenemos esa opinión, otros tienen otras.

P. ¿Tiene previsto seguir en el Congreso de los Diputados durante la próxima legislatura o se retirará para dar paso a la renovación que reclama Quintana?

R. No. Cuando concluya la legislatura llevaré 12 años de vida parlamentaria y no voy a continuar, pero no porque haya que renovar sino por principio. Creo que hice el trabajo que debía durante todo este tiempo con cierta eficacia y ganando un estatus de dignidad para nuestro país. Llegamos a condicionar cosas que no son baladíes. Como experiencia personal ese trabajo está agotado, deben llegar otras personas con capacidad y voluntad para que haya una línea continuista.

P. ¿Después de dejar el Congreso cual va a ser su papel en la política?

R. Seguiré en la organización y en el BNG haciendo una serie de trabajos a favor de Galicia, que tiene un déficit de información brutal sobre nuestro pueblo que condiciona nuestro presente. Creo que debería hacerse además una biografía de Rosalía legible, actualizando su personalidad y su significado. Yo quiero hacer estas cosas.

P. ¿Se apartará entonces de la primera línea política?

R. Primeras líneas hay muchas y confundir siempre la primera línea con las presencia en las instituciones no es demasiado correcto.

"El continuismo en TVG es inexplicable"

El dirigente nacionalista lamenta que el bipartito no haya acometido en estos 18 meses de legislatura la reforma de los medios de comunicación públicos hacia una mayor transparencia y objetividad que él mismo empezó a reclamar en el Parlamento gallego entre 1993 y 1996.

"Creo que los medios de comunicación de titularidad pública, y especialmente la televisión, tienen un perfil excesivamente continuista. Para mí es importantísimo y está más agudizado en la TVG. El continuismo en la televisión en muchos programas es inexplicable, como lo es el continuismo informativo, que ha cambiado una cara por otra. Creo que esta especie de gubernamentalización presidencialista no es ni buena ni necesaria y yo desde luego no la entiendo", asegura.

Por eso Paco Rodríguez recomienda a su partido que aproveche la segunda parte de la legislatura y asuma uno de los compromisos fundamentales que Bloque y PSdeG se marcaron antes de su llegada al poder. Aunque elude referirse a programas o presentadores concretos, pide una televisión menos folclórica y con más credibilidad.

"El BNG ganaría bastante más con una televisión pública respetuosa con el pluralismo político, y Galicia y la televisión pública también ganarían bastante más con programas contrastados y menos folclóricos. Creo que debe desaparecer el aspecto más chocalleiro de la TVG", explica el portavoz nacionalista en el Congreso.

"Entiende que no hay ninguna razón que justifique la continuidad de la filosofía que el PP imprimió a los medios públicos gallegos, porque existen mecanismos acotados para modificar su funcionamiento y conviene ponerlos en marcha. Se puede acertar o no, pero el Gobierno debe intentarlo porque lo cierto es que nuestros medios públicos dejan mucho que desear", concluye.

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