Alicatados de moda
La industria cerámica recurre a grandes diseñadores para inventar nuevas atmósferas
La moda sale del armario y se mete en el baño. La moda esa materia escurridiza que determina el color y el estilo de la temporada, y orienta sobre lo que, con toda seguridad, se llevará mucho más allá del vestido, salta de las pasarelas a los alicatados. Diseños que se desplazan de lo efímero a lo temporal en tan solo un "golpe de ojo".
Si la moda siempre ha sido una redefinición del tiempo, ahora lo es también del espacio. Entornos mutantes revestidos de tendencias como se ha podido comprobar en la última edición de Cevisama. En el certamen de cerámica que se ha celebrado en la feria de Valencia se han realizado diversas presentaciones de esa curiosa "metalepsis" diseñador de moda-azulejo, todas ellas acogidas por el público con la misma mezcla de efusivo afecto y certera perspicacia.
Colecciones de azulejos que recogen unas mezclas inesperadas de emociones y momentos, donde la decoración suele estar sujetada por hilos, pero son en los pequeños detalles gráficos en los que se consigue radiar el sentimiento que se quiere comunicar, ya que crear ambiente es su principal propósito.
Los diseñadores sevillanos Victorio y Lucchino se han estrenado en el mundo azulejero de la mano de Partenón Cerámica con una colección que tiene tres líneas distintas, unas más coloristas que otras, pero en todas se respira el aire tan propio y lúdico de este par de diseñadores. Una línea en la que los dos creadores trabajarán durante los próximos tres años como si de colecciones de moda se tratase. Y en la primera de ellas han llegado a fusionar el tejido con la cerámica. "Queríamos aportar nuestro conocimiento de las telas al diseño", apuntan. Y lo cierto es que lo han logrado. En algunos de los modelos que componen la colección, el aspecto visual evoca a la tela. Una obra compacta que resume en la baldosa una visión de conjunto de toda su trayectoria. Su siempre Sevilla, el Mediterráneo, tierra y fuego se funden y se confunden, en una gama luminosa, cálida, vital, y bastante clasicista.
Pamesa sigue empeñada en Agatizar el mundo de los azulejos. Como dice la propia Ágata Ruiz de la Prada, trabajar con esta firma cerámica "es una gozada". Ágata sigue en su línea de cromatismos imposibles descontextualizados del parchís, catarsis de motivos naif, y muchos corazones juguetones.
Honor y humor no siempre van de la mano en esta respuesta irónica a la dicotomía de alicatado o no alicatado. Un baño revestido de Ruiz de la Prada es lo más parecido a una experiencia lisérgica. Transgresión que si se ha visto en el Atmósferas de la tercera edición de Trans/hitos. La muestra posee un marcado carácter contemporáneo a la hora de presentar lo último de la cerámica española.
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