Alan MacDiarmid, nobel de química
Descubrió plásticos que conducen la electricidad como metales
El científico neozelandés Alan G. MacDiarmid, que en 2000 compartió el Premio Nobel de Química por el descubrimiento trascendental de plásticos que actúan como conductortes de la electricidad como los metales, falleció el 7 de febrero, a los 79 años, en un accidente casero.
MacDiarmid murió tras caerse por las escaleras de su casa en el extrarradio de Drexel Hill, en Filadelfia, mientras se apresuraba para coger un vuelo a su Nueva Zelanda natal, según ha manifestado su mujer, Gayl Gentile. Mac Diarmid padecía síndrome mielodisplásico, una enfermedad similar a la leucemia, y sólo esperaba vivir unas semanas, durante las cuales deseaba viajar a Nueva Zelanda para despedirse de sus hermanos, decía su esposa.
Los descendientes del hallazgo de MacDiarmid pueden encontrarse en el recubrimiento antiestático de la película fotográfica y las pantallas brillantes de numerosos teléfonos móviles. Los plásticos consisten en una red entrelazada de largas moléculas conocidas como polímeros, y todas ellas poseen una hilera central de átomos de carbono. Por lo general, los polímeros no son conductores de la electricidad, motivo por el cual los cables de metal van recubiertos de plástico para prevenir cortocircuitos.
El descubrimiento de un plástico que podía conducir la electricidad en lugar de frenarla se produjo fortuitamente en los años setenta. Un investigador del laboratorio de Hideki Shirakawa, de la Universidad de Tsukuba, en Japón, entendió mal las indicaciones para la síntesis del poliacetileno, un polímero, y creó una forma del polímero de aspecto plateado. Entretanto, MacDiarmid, catedrático de Química en la Universidad de Pensilvania, y Alan G. Heeger, actualmente en la Universidad de California, Santa Bárbara, también habían creado películas plateadas utilizando hilos de nitruro de sulfuro. Durante una pausa para el café en un seminario celebrado en Tokio, MacDiarmid y Shirakawa hablaron de las películas plateadas. Shirakawa visitó Pensilvania, y los tres investigadores transformaron la película de poliacetileno esparciendo iodina en ella. La conductividad eléctrica se multiplicó por 10 millones en pocos minutos. "A continuación, la iodina elimina algunos de los electrones del plástico, y los electrones restantes no quedan tan atestados", explicaba MacDiarmid en una entrevista realizada en 2000, tras el anuncio de la concesión del Premio Nobel a él, Heeger y Shirakawa. Su descubrimiento incitó a más científicos a crear otros tipos de componentes electrónicos con plásticos, entre ellos diodos orgánicos emisores de luz que ahora se utilizan en los teléfonos móviles.
Alan Graham MacDiarmid nació en Masterton, Nueva Zelanda, y su familia vivió la Depresión en circunstancias precarias. "No teníamos teléfono ni nevera", escribía MacDiarmid en su autobiografía para el Premio Nobel. "En una de las casas en las que vivimos en Lower Hutt, sacábamos el agua caliente de tuberías incrustadas en los ladrillos que había detrás de la chimenea abierta del salón2.
Su interés por la química nació al descubrir uno de los libros de texto de química de su padre. Escribió más de 600 artículos y poseía 20 patentes.
Su primera esposa, Marian, falleció en 1990. Tras un noviazgo de 14 años, MacDiarmid y Gentile se casaron hace año y medio.
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