Batasuna propone una autonomía única para Euskadi y Navarra dentro del Estado actual

Batasuna presentó ayer la que considera su solución oficial para alcanzar el acuerdo político que va a defender en las mesas de diálogo, aún cuando éste se encuentra roto desde el atentado del 30 de diciembre. La ilegalizada formación propone una única autonomía para Euskadi y Navarra partiendo de la actual realidad política e institucional, lo que implica un reconocimiento de la misma a pesar de haberla negado históricamente. Otegi aseguró que se trata de una oferta al Estado español similar a la que hace dos semanas hizo al Estado francés, sin que signifique una renuncia al independentismo.

Fue una destacada representación de la comisión negociadora de Batasuna -Otegi, Rufi Etxeberria, Arantza Santesteban y Xabi Larralde- la que presentó ayer por sorpresa a la prensa en San Sebastián su propuesta de solución política al conflicto, pero sin hacer mención a la violencia ni a la organización terrorista ETA que la practica. En un momento en que se ha borrado toda huella de negociación política entre los partidos vascos a raíz del atentado de Barajas, la izquierda abertzale buscaba volver a situar en la actualidad un debate que quedó "enterrado", como han reiterado las fuerzas parlamentarias desde ese día.

La oferta descrita por Otegi consistiría en la aceptación de un nuevo marco autonómico único para Euskadi y Navarra, partiendo de las instituciones autonómicas que rigen actualmente en las dos comunidades autónomas, a pesar de que Batasuna considere que se trata de una realidad "antidemocrática". Según Otegi, este nuevo marco sólo entraría en vigor si cuenta con la "adhesión mayoritaria de la ciudadanía de la Comunidad Autónoma Vasca y de la de Navarra".

Además, Otegi precisó que este nuevo marco único "debe depositar en sus ciudadanos la posibilidad de materializar cualquier proyecto político, incluyendo el independentista", una forma de aludir al derecho de autodeterminación sin nombrarlo.

La presentación de ayer estuvo precedida del lanzamiento, hace diez días en la localidad vasco-francesa de Ustaritz, de un proyecto paralelo de marco de "autonomía de orientación nacional" para las tres comarcas que forman la región vascofrancesa. La reivindicación de Batasuna hasta ese momento había sido exigir un departamento único para el País Vasco. Lo hicieron en el curso de un mitin multitudinario donde el dirigente abertzale francés, Xabi Larralde, explicó que se trata de un "cuadro democrático que permita aportar una respuesta a la territorialidad". Ayer, Otegi fue más explícito y reconoció que "seríamos irresponsables si planteáramos al Estado español que diera una solución a territorios que hoy están bajo administración francesa", afirmación que choca con su propia historia. Matizó, sin embargo, que este nuevo planteamiento no significa una renuncia a su independentismo porque "nuestra aspiración es construir un estado con siete territorios".

Aceptación de las instituciones

Por lo demás, el reconocimiento de que las actuales autonomías y sus instituciones son el punto de partida para la transición hacia un nuevo marco que unifique a ambas comunidades, lo cual implica retractarse de la trayectoria política de Batasuna, no resulta del todo novedoso. En la ponencia Bide Eginez (Haciendo camino), que la formación debatió en invierno del año 2005, mientras ETA preparaba el alto al fuego que declaró en marzo del año siguiente, admitía como innovación, pese a que su estrategia entonces consistió en no destacarlo mucho públicamente quizás por el profundo significado interno del viraje, que los Parlamentos autónomos, pese a sus limitaciones, "son los únicos instrumentos válidos para su propia transformación".

Para compensar lo que podía tener de "cesión" y giro copernicano de su historia, Batasuna se atribuía en la misma ponencia el mérito de haber provocado el "agotamiento" de los marcos autonómicos. Unos marcos que, pese a ello, reconocía -y admitía que "empleará de forma táctica"- la Cámara de Vitoria y el Parlamento navarro como instrumentos para impulsar "desde dentro" la transición hacia un marco político "nacional".

"Nadie que lea esta propuesta puede decir que no a esto", afirmó ayer Otegi tras haberla lanzado con la intención de habilitar "con urgencia y sin más dilaciones" una dinámica de conversaciones "sin exclusiones".

No lo entendieron así los demás partidos, que insistieron en anteponer la necesidad de que cese la violencia antes de entrar a valorar cualquier propuesta política. El miembro de la ejecutiva nacional del PSOE, Rodolfo Ares, respondió que si la izquierda abertzale quiere hacer política "es necesario que apueste por alejarse de la violencia y hacer política respetando las reglas de juego y los derechos humanos".

Josune Ariztondo (PNV) se preguntó "a qué viene ahora" esta propuesta y añadió que "es asombroso" que ponga sobre la mesa una iniciativa "en momentos tan duros". El Gobierno vasco dijo que "no supone novedad alguna" porque ya está incluida en el plan Ibarretxe aprobado en el Parlamento de Vitoria.