La presencia de código malicioso aumenta el 1.200% en dos años
Todas las previsiones para el año 2007 coinciden en alertar contra las cada vez más amenazas de seguridad para los teléfonos móviles y agendas electrónicas (PDA). Junto a los robos de aparatos, destaca el código malicioso: se ha pasado de 27 virus conocidos en 2004 a 334 en 2006, y la tendencia es al alza. La consultora Juniper explica que los antivirus para móviles serán moneda corriente en 2008, y en 2011 generarán beneficios de más de 5.000 millones de dólares.
Las razones del auge de estos virus son diversas. Por una parte, la cada vez mayor capacidad de proceso de los teléfonos móviles, que los convierte en pequeños ordenadores. Por otra, la reducción del número de sistemas operativos para móviles en el mercado: a más diversidad, más difícil es que un virus infecte un gran número de aparatos pero, actualmente, la mayoría sólo usan Symbian, Windows Mobile, Java o Palm OS.
Difíciles de propagar
Aunque estos primeros virus son rudimentarios y difíciles de propagar, sus creadores aprenden deprisa y experimentan con las mismas técnicas de engaño que están funcionando en los ordenadores. El año pasado recibieron especial atención dos programas troyanos para móviles: Flexspy, que graba los números a los que la víctima llama o manda mensajes SMS y los envía a un tercero, y Red Browser, que intenta robar dinero.
La empresa F-Secure afirma: "Los nuevos servicios de pago mediante el teléfono móvil atraerán fácilmente la atención de los creadores de virus, pues donde hay dinero, hay un motivo".
En diciembre, durante el Chaos Comunication Congress, el alemán Collin Mulliner demostró lo fácil que sería distribuir un virus usando los mensajes de servicio que envían las operadoras a los móviles de sus clientes para configurarlos, y que los teléfonos ejecutan sin verificar.
"Es cuestión de tiempo que alguien descubra un método para forzar el envío de estos mensajes y usarlos para la difusión masiva de virus", explica el experto en seguridad Xavier Caballé.
Y añade: "No cuesta mucho imaginar un gusano que, cuando infecte el teléfono, envíe copias de sí mismo a todos los contactos de nuestra agenda o, más radical, envíe los mensajes de forma aleatoria a cualquier número, lo que causaría el pánico a nuestra factura telefónica y podría colapsar la red de la operadora".
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