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Dos jóvenes detenidos acusados de causar daños en el dragón del parque Güell

Los Mossos d'Esquadra detuvieron en la tarde de ayer a una menor de edad acusada de haber causado destrozos en el dragón que preside la entrada principal del parque Güell, el martes pasado. Ese mismo día la policía detuvo a David P. C., de 22 años, un joven de nacionalidad española y vecino de L'Hospitalet de Llobregat. La policía busca a una tercera persona implicada en el ataque a la obra de Antoni Gaudí. A última hora de la tarde de ayer ambos jóvenes permanecían a la espera de pasar a disposición judicial.

Los hechos ocurrieron sobre las 19.30 horas del martes. Los tres individuos, que según testigos tenían estética punk, entraron en el recinto cuando ya había cerrado sus puertas y golpearon la escultura con una barra de hierro. El monumento, que está recubierto de piezas de cerámica, ha resultado con daños graves en el morro y en uno de sus costados.

Los tres jóvenes fueron sorprendidos por un grupo de vecinos que avisaron a la policía. Una patrulla de los Mossos se personó en el lugar de los hechos y a continuación se inició una persecución a pie por las inmediaciones del recinto. Los agentes detuvieron a David P. C., que llevaba una barra de hierro de dos metros. Él y la menor detenida ayer están acusados de un presunto delito contra el patrimonio histórico.

El Ayuntamiento de Barcelona anunció que se personará como acusación particular en el juicio. La tercera teniente de alcalde, Imma Mayol, calificó el acto de "reprobable e incomprensible" y aseguró que en el último año el Consistorio ha reforzado la vigilancia en el parque.

Sin embargo, ayer se oyeron críticas que van en la dirección contraria: "No hay ningún tipo de vigilancia. Es un parque muy accesible y donde es muy fácil esconderse. Jóvenes antisistema lo han convertido en su punto de reunión cuando cierran las puertas", criticaba Enric, un vecino de la zona. "A veces ni cierran todas las puertas", comentó otro vecino. "Cada día hay una brigada de cierre, pero da igual porque es muy fácil colarse", añadió.

El parque Güell ha sido objeto de actos vandálicos en reiteradas ocasiones, pero el suceso más grave ocurrió en julio de 2001, cuando un grupo de jóvenes desplazaron tres esferas de cemento de un conjunto decorativo y las lanzaron por las escaleras que dan acceso al parque. Las bolas, de 500 kilos cada una, destrozaron dos dedos del emblemático dragón y 45 escalones.

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