Blair: "Me van a tener que aguantar aún por un tiempo"
Tony Blair le puso ayer al mal tiempo buena cara y lanzó una advertencia a quienes le presionan para que dimita tras ser interrogado por segunda vez a raíz del escándalo de la supuesta venta de distinciones para recaudar fondos para el Partido Laborista. "Me van a tener que aguantar aún por un tiempo", declaró en una larga entrevista matutina en el programa Today de BBC Radio 4, que marca cada mañana la agenda informativa de la política británica.
El primer ministro británico, siempre crecido en las situaciones adversas, estuvo desafiante: dejó muy claro que no piensa dimitir, aseguró que no tiene nada que reprocharse en el caso que investiga la policía, pidió a los británicos que no se creyeran todo lo que está publicando la prensa estos días, defendió su obra de una década de Gobierno y expresó su deseo de que la investigación termine en muy pocas semanas. Y consideró "antidemocrático" dimitir simplemente porque haya presiones en ese sentido. "Dije que me iría antes de que acabe la legislatura, pero aún tengo cosas que hacer", aclaró el líder laborista.
Desde el estudio radiofónico de su residencia de fin de semana en Chequers, Blair quiso sobre todo dar la impresión de que su autoridad no ha disminuido y de que la investigación policial no le está distrayendo de sus obligaciones de primer ministro.
Obsesión de la prensa
Blair puso como ejemplo su agenda del pasado jueves, el día en que trascendió la noticia de que la semana anterior había vuelto a declarar como testigo: mantuvo conversaciones sobre los conflictos de Irak y Afganistán, presidió la reunión de cada jueves del Gabinete, recibió a políticos de Irlanda del Norte y atendió una conferencia sobre deporte escolar, además de jugar un rato al fútbol con los chavales de la escuela. "Es perfectamente comprensible que todo esto enloquezca y obsesione a la prensa, pero no es ése mi caso", dijo.
El primer ministro británico no quiso hablar sobre las investigaciones y dijo que lo hará cuando éstas acaben. "Lo mejor que puedo hacer es esperar a que esto acabe y, mientras tanto, seguir con mi trabajo. Cuando eso acabe estaré encantado de hablar. Pero déjeme decirle a la opinión pública que no debería creerse todo lo que están rebotando los medios", advirtió.
Tony Blair admitió que ya no es el hombre ingenuo al que hace diez años le preocupaba lo que la gente pensaba de él y tuvo un punto de altanería al afirmar que no está dispuesto "a mendigar a la gente para que crea en mi integridad". "Intento hacer las cosas lo mejor que puedo, siempre lo he intentado en estos diez años. No digo que lo haya hecho todo bien. Ha habido errores y algunas veces las cosas han salido mal. Pero cuando echo la mirada atrás en mis últimos diez años, veo que muchas cosas han sido buenas para el país".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.