Dos muertos al inhalar monóxido de una estufa de leña en una casa de Benicarló

Dos personas, un hombre de 38 años y una mujer, de 48, fueron halladas muertas ayer en su casa, una construcción de piedra, en el término municipal de Benicarló (Castellón). La asfixia por inhalación de monóxido de carbono es la principal hipótesis que se baraja como causa de los fallecimientos. Al parecer, el origen fue la mala emisión del humo procedente de una estufa de leña que utilizaban para resguardarse del frío. Según fuentes del consorcio provincial de bomberos, la combustión de la madera debió dejarles sin oxígeno.

Unos vecinos la encontraron a ella, de origen alemán, sentada en un sillón y a él, de la República Checa, en el suelo. A pocos metros hallaron al perro de la pareja, también muerto. Sin embargo, encontraron otro perro aún con vida, así como una tortuga que la pareja tenía en su casa. En cualquier caso, fuentes de la Guardia Civil indicaron ayer que no se descarta ninguna hipótesis hasta que no concluya la investigación.

La vivienda se ubica, junto a otras de madera y prefabricadas, en una zona cercana al campo de fútbol de la localidad vecina de Càlig, un pequeño municipio de apenas 2.000 habitantes en la comarca del Baix Maestrat. El ahora fallecido fue visto con vida, por última vez, en la tarde-noche del martes. Entonces, le comentó a uno de sus vecinos que su pareja no se encontraba bien pero descartaron acudir a un centro de salud ante lo que parecía una indisposición temporal. Ayer a mediodía, ante la falta de noticias de ambos y dada la alerta generada el día anterior, unos vecinos acudieron con el fin de comprobar si estaban bien o necesitaban algo. Entonces, alrededor de las 16.30 fue cuando hallaron los dos cadáveres, que no tenían signos de violencia, según fuentes de la Guardia Civil.

Estas dos muertes se unen a las dos registradas también en la provincia de Castellón el día 1 de enero cuando dos chicas de 21 y 22 años murieron en Cortes de Arenosos, también por asfixia, debido a las deficiencias de una caldera de gasóleo de la vivienda en la que se encontraban durmiendo la siesta.