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Tribuna:COYUNTURA NACIONAL
Tribuna
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Empleo y paro en 2006

El pasado viernes conocimos los datos de la EPA del cuarto trimestre de 2006, con lo que ya podemos hacer un breve análisis de la evolución del mercado laboral en el conjunto del año. En resumen, puede decirse que 2006 fue un año muy parecido a los tres o cuatro anteriores en cuanto a las tendencias de la oferta (población activa) y demanda (ocupados) de trabajo, y por tanto del paro: se sigue creando mucho empleo, pero la tasa de paro desciende muy lentamente, debido a que la población que se incorpora al mercado laboral también crece fuertemente.

Comenzando por la población activa (personas que trabajan o buscan trabajo), en 2006 hubo en media 21.584,8 activos, un 3,5% más que en 2005. Este crecimiento, similar al de los años precedentes (gráfico izquierdo), sigue siendo el más alto entre las principales economías de la UE, y se explica por la inmigración y por la imparable incorporación de la mujer al mercado laboral. Teniendo en cuenta que la población en edad de trabajar (16-64 años) avanzó a mucho menor ritmo (un 1,7% anual), la tasa de actividad de este grupo de edad siguió aumentando rápidamente. De un 59% en 1995 hemos pasado a casi el 72% en 2006, con lo que estamos en la media de la UE, cuando en 1995 estábamos más de ocho puntos por debajo.

España sigue creando mucho empleo, pero la tasa de paro desciende muy lentamente

De la cifra señalada de activos, un 91,5% estuvieron ocupados y el 8,5% restante, parados. El número de ocupados aumentó un 4,1% en media anual, siete décimas porcentuales menos que en 2005. Ahora bien, las tasas de crecimiento de los ocupados estimados por la EPA en los dos últimos años parecen estar sesgadas al alza por la regularización de inmigrantes llevada a cabo a partir del segundo trimestre de 2005, sesgo que se nota mucho más en las cifras de los afiliados a la Seguridad Social (gráfico central). Ello explicaría que dichas tasas crezcan bastante por encima del PIB (3,5% en 2005 y 3,8% en 2006), lo que implicaría que la productividad por ocupado no sólo aumentara poco sino que cayera de forma notable. De hecho, el propio INE, en la contabilidad nacional, se distancia de las cifras de la EPA y de la afiliación a la Seguridad Social, al estimar un crecimiento de las personas ocupadas del 3,8% en 2005 y del 3,4% en los tres primeros meses de 2006.

En todo caso, dejando aparte discrepancias y problemas estadísticos, puede concluirse que el patrón de crecimiento de la economía española, si bien genera desequilibrios, también es intensivo en empleo. Eso sí, el empleo temporal volvió a crecer más que el indefinido, con lo que la tasa media anual de temporalidad aumentó del 33,3% de los asalariados en 2005 al 34% en 2006. La caída que se observa entre el tercero y cuarto trimestre es puramente estacional, e incluso ha sido inferior a la del mismo periodo del año anterior (gráfico derecho). El dinero que están costando las subvenciones a las empresas para que utilicen la contratación indefinida parece que no está dando muchos resultados.

Como consecuencia del mayor ritmo de crecimiento de los ocupados respecto de los activos, los parados se redujeron un 3,9%, situándose en media anual en 1.837.100 personas. La tasa de paro media anual bajó del 9,2% en 2005 al 8,5% en 2006, cifra que se sitúa aproximadamente medio punto por encima de la media de la UE, donde el paro está descendiendo más rápidamente que en España, no porque allí se cree más empleo, sino porque la población activa crece mucho menos.

Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS).

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