Coto a los bienes tangibles

El sector de inversión en bienes tangibles ha quedado tan tocado por la crisis de Fórum Filatélico y Afinsa que algunas empresas niegan la evidencia para no verse salpicadas. Bosques Naturales ha llegado a decir que los árboles en los que invierten sus clientes no son bienes tangibles, esto es, que no se pueden tocar, lo cual, bien pensado, debería preocupar mucho más que tranquilizar a los potenciales inversores.

El difícil escenario en que se mueve la inversión en bienes tangibles se va a ver muy endurecido, además, en caso de que prospere la nueva regulación que prepara el Ministerio de Sanidad y Consumo, que acaba con las anteriores lagunas legales al menos en lo que se refiere a comercialización de bienes con pacto de recompra posterior, el modelo utilizado por Fórum y Afinsa.

El anteproyecto de ley convierte en inviable el modelo de empresas como Fórum o Afinsa

La futura ley prohibirá que se induzca a error al cliente sobre la naturaleza no financiera de la actividad con expresiones como inversión, ahorro, rentabilidad a la hora de invertir en bienes tangibles como "sellos, obras de arte, antigüedades, árboles, bosques naturales, animales" y otros similares. También se exigirá que se informe expresamente de que los bienes adquiridos "no tienen garantizado ningún valor de mercado".

La regulación será aún más dura en el caso de que se comercialicen esos bienes "con ofrecimiento de revalorización o, en su caso, con garantía de restitución del precio de adquisición", según el texto del borrador de anteproyecto de ley.

En esos casos se exigirá que el contrato se formalice mediante escritura pública, en la que el notario autorizante deberá dar fe de que se cumplen los requisitos de validez. Entre ellos, "que a la fecha de formalización del contrato, la empresa haya suscrito con una entidad legalmente habilitada para ello, un seguro de caución, aval bancario o cualquier otra garantía prestada por bancos, cajas de ahorros, cooperativas de crédito, establecimientos financieros de crédito que asegure al consumidor el precio de adquisición inicial del bien objeto del contrato", según el anteproyecto.

Esas exigencias, según las fuentes consultadas, convierten en prácticamente inviable la actividad de inversión en bienes tangibles con pacto de recompra. Seguirá habiendo gente que invierta en arte, sellos y antigüedades, pero tendrán que asumir el riesgo correspondiente. Se acabó el caramelo de la rentabilidad asegurada.