España alcanza por primera vez los 20 millones de ocupados, con una tasa de paro del 8,3%

En España trabajan más de 20 millones de personas por primera vez en la historia. Esa cifra supone que el 54% de la población mayor de 16 años tiene un empleo. Son datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), el mejor termómetro del mercado laboral español, referentes al último trimestre de 2006. La nota discordante en ese escenario de récords procede de la inestabilidad laboral, especialmente en los nuevos puestos. El año se cierra con un 33,82% de los asalariados contratados de forma temporal, la peor tasa de diciembre desde 1995.

Construcción y servicios aceleran el crecimiento y aportan casi la totalidad de los puestos creados en 2006

Pese a la reforma laboral, un 33,77% de los asalariados tiene contrato temporal, el peor cierre del año desde 1995

El 59% de los nuevos puestos los copan las mujeres, cuyo nivel de desempleo casi duplica todavía el de los hombres

Pese al reto pendiente de la calidad, el empleo es uno de los elementos más florecientes del panorama económico español. Los 687.600 puestos creados el año pasado suman menos que en 2005, cuando el proceso de regularización de inmigrantes aceleró las cifras de ocupación. Pero con más o menos fuerza, el cierre de 2006 permite encadenar el 13º año consecutivo de creación de empleo. Ahora hay un 64% más de ocupados que en 1993, cuando España atravesaba una recesión económica y contaba con 12,2 millones. La EPA considera ocupada a cualquier persona que trabaje al menos una hora a la semana. "El dato es excelente, sobre todo porque entre 1976 y 1996 el empleo había estado prácticamente estancado", reflexiona Juan Carlos Martínez Lázaro, experto del Instituto de Empresa.

Esos nuevos ocupados han reducido la tasa de paro al 8,3% de la población activa, el mejor cierre del año desde 1978. La cifra encierra una gran disparidad entre hombres y mujeres. Con un paro del 6%, el colectivo masculino disfruta prácticamente de pleno empleo -técnicamente, inferior al 5%. El desempleo femenino supone casi el doble (11%). En el último año, las cifras absolutas de paradas han aumentado, aunque los expertos descartan que se esté destruyendo empleo entre las mujeres. Más bien atribuyen el incremento del paro a que son muchas las que se animan a entrar en el mercado laboral y, hasta que encuentran un puesto, figuran como paradas.

Más mujeres

De hecho, el empleo que se crea va mayoritariamente destinado a las mujeres, que ocupan el 59% de los nuevos puestos. Esa tendencia contribuye a estrechar la brecha que las separa de los hombres en el plano laboral. El nuevo empleado en España tiene también rostro de inmigrante. Los extranjeros copan casi el 60% de los nuevos empleos.

Tras el fuerte descenso del paro registrado en los últimos años, las reducciones son cada vez más difíciles. El año pasado, 30.600 parados dejaron de serlo, una cifra casi ocho veces inferior a la registrada en 2005, y en el último trimestre se ha producido un aumento respecto al anterior. "La tasa de paro puede bajar todavía, pero no mucho más", explica un experto del Instituto Flores de Lemus, perteneciente a la Universidad Carlos III de Madrid.

El nivel de desempleo en España es ya prácticamente equiparable al del entorno comunitario (en algún trimestre ha llegado a estar por debajo de la media). Los Veintisiete países de la Unión Europea registran un 7,7% y la zona euro, un 7,6%. España incluso aventaja a la vecina Francia.

La cara más sombría del mercado laboral procede de la excesiva temporalidad. Aunque en el último trimestre se ha desacelerado levemente, el cierre del año empeora el dato de 2005. De un 33,77% se ha pasado a un 33,82%. Y ello a pesar de la reforma laboral introducida el pasado julio para intentar frenar la inestabilidad en el mercado de trabajo. La tasa de trabajadores eventuales en España duplica la media comunitaria. "Necesitamos darnos un año para medirlo, pero parece que la reforma laboral no está teniendo los resultados esperados", señala Martínez Lázaro.

En el último año se han creado 406.100 empleos fijos, un dato que, aunque voluminoso, no supone un salto sustancial respecto al registrado hace un año. La timidez de estas cifras contrasta con el análisis que ofrece el Ministerio de Trabajo a partir de los contratos registrados en los servicios públicos de empleo. Esas cifras muestran alzas de contratación fija superiores al 100%.

Puestos precarios

La inestabilidad del empleo responde en gran medida al peso de los servicios y la construcción en la economía, dos sectores que se nutren en buena parte de empleo precario. Paradójicamente, ambos registraron aumentos del paro en el último año, aunque los analistas restan importancia a este hecho y lo encuadran en el elevado número de personas que quieren acceder a ellos.

Lo relevante, aseguran, es que la ocupación sigue disparada. En la construcción avanza un vigoroso 8,27% y en los servicios, un 4,29%. "Estará tirando mucho la obra civil; no creo que ese fuerte crecimiento de la construcción responda sólo a la vivienda", analiza el experto del Instituto Flores de Lemus.

Para el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, los datos permitirán que la tasa de paro baje del 8% este año. Más pesimista, el Partido Popular considera que marcan un escenario "menos dinámico". La CEOE destaca los "elevados ritmos de creación de empleo", mientras UGT y CC OO insisten en la necesidad de cambiar el modelo de crecimiento y de ganar productividad.