_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Diarios sin sangre

Jordi Gracia

Sólo a veces da uno con el aforismo que vale por una declaración de principios suficiente, y en este dietario de José Carlos Llop me parece que hay uno de ese tipo: "La virtud de la piedad frente a las tentaciones de la inteligencia y su tendencia a la crueldad". No es que diga que es un programa literario pero el volumen entero rehúsa la fiereza o el ensañamiento de diaristas contemporáneos, se llamen García Martín o Roger Wolfe, porque la apuesta tiene otros visos estéticos y éticos. Si los cuadernos de escritor tienden al dibujo de las nimiedades de una abstracción imaginaria (el yo), tienden también los de José Carlos Llop a ser el laberinto escogido, amputado, de una sensibilidad ajena a los atropellos, alérgica a los dramatismos retóricos, parca en estridencias. Y eso sólo resuena cuando se burla de sí mismo, de sus propias alegrías privadas de poeta o de autor premiado por sorpresa. Se escuchan las voces de sus amigos, alguno tan locuaz y algebraico como Pere Gimferrer, y se escuchan sus mejores filias: un preciso apunte a la muerte de un ambiguo Ernst Jünger (La escafandra recoge hojas de 1999-2000), Lou Reed y la memoria de uno mismo, la listura a veces irritante del mundo de Tintín, la percepción de un gran diarista como Ionesco, la sospecha de los mitos como anteojeras de las lecturas de nuestros poetas (Lorca o Guillén, Salinas o Aleixandre) o la sospecha de los libros míticos como El jardín de los Finzi-Contini de Bassani. Y desde luego el asedio al propio oficio de novelista, con huellas dispersas en todo el diario, y un humor latente, discreto, con la marca leve del escéptico algo ausente de este mundo.

LA ESCAFANDRA. DIARIOS, 1998-2000

José Carlos Llop

Destino. Barcelona, 2006

190 páginas. 18,50 euros

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Jordi Gracia
Es adjunto a la directora de EL PAÍS y codirector de 'TintaLibre'. Antes fue subdirector de Opinión. Llegó a la Redacción desde la vida apacible de la universidad, donde es catedrático de literatura. Pese a haber escrito sobre Javier Pradera, nada podía hacerle imaginar que la realidad real era así: ingobernable y adictiva.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_