Reunión en Madrid
La convocatoria en Madrid de una reunión de los 18 países que hasta el momento han ratificado el Tratado Constitucional de la UE parece poco afortunada. Y ello es así siquiera sólo sea por una razón: parece que el Gobierno español se niega a tomar nota en su cruda realidad de lo ocurrido en los dos últimos años.
Y lo ocurrido lo configuran, en sustancia, dos cosas. Por un lado, el rechazo popular, en Francia y en Holanda, del tratado en cuestión da cuenta de problemas graves en la construcción comunitaria que afectan nada menos que a la condición democrática de ésta y al futuro, más bien negro, que atenaza a los derechos sociales. Por el otro, cada vez se antoja más evidente que el referéndum celebrado entre nosotros en febrero de 2005, sin debate alguno previo, invita más al sonrojo que a la alegría autocomplaciente.
Aunque sea un poco tarde, bien está, de cualquier modo, que miembros significados de nuestro Partido Socialista hayan llegado a la prometedora conclusión de que no estaría de más que el Tratado Constitucional de la UE se interese, en serio, por los derechos sociales.
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