Una fábula sobre la segunda oportunidad

Aseguran Juan Diego (Sevilla, 1942) y Lolita Flores (Madrid, 1958) que a su edad son pocas las ofertas laborales entre las que elegir. Sorprende en él, mejor actor en el último Festival de San Sebastián, y en ella, que tras ganar en 2002 el Goya a la mejor actriz revelación por Rencor no se ha dejado ver por la gran pantalla. Estos días andan de promoción de Fuerte apache, la ópera prima que se estrena hoy del catalán Mateu Adrover, y es evidente que la experiencia de rodar con adolescentes ha sido de lo más gratificante.

"Fuerte apache es una fábula sobre las oportunidades para la esperanza que aparecen inesperadamente, a cualquier edad y en cualquier momento de nuestras vidas", describe el drama Adrover, que se inspiró en las experiencias de su hermano como educador en un centro tutelado. "La película se desarrolla allí, pero no hemos pretendido pormenorizar. Ésa es una labor de un documental o de la órbita del periodismo", se distancia.

Casi 1.500 jóvenes se presentaron al reparto para encarnar a unos adolescentes de vivencias desgarradoras. "Nos pasamos todo septiembre ensayando y fue muy divertido, muy vivificante, jugar a ser actor con ellos", recuerda conmovido Juan Diego. "En esta sociedad, si no estás en perfecto estado de revista no tienes nada que hacer, como les pasa a los chavales de Fuerte apache. No existen las segundas oportunidades", lamenta. "Vivo el cine con la misma intensidad que el teatro o la música. Al fin y al cabo, todo es arte, y yo canto, escribo, pinto...", cuenta su pareja Lolita, quien aprovechaba los días de descanso de la función Ana en el trópico para rodar en Barcelona. "Yo admiraba mucho a Juan Diego y, cuando te dan una buena réplica, si estás mal es para matarte".