Política de precios
Según informaciones de los organismos de la Unión Europea, España es el país en el que más han subido los precios desde la introducción del euro.
No me extraña; lo noto cada vez que salgo de compras. ¿Cuántas cosas que antes valían 100 pesetas ahora valen un euro, o si valían 80 ahora cuestan 0,80 euros? Algunos productos multiplican por 10 su precio en origen cuando llegan al consumidor. Y sin ir más lejos, en esta tierra valenciana, en la que se recoge la naranja sin precio para no dejar que se pudra en los árboles, en los supermercados y fruterías situados a pocos kilómetros de los naranjales, se está vendiendo entre 1 y 1,50 euros kilo.
Soy una simple ama de casa que no tiene idea de quién marca o de qué depende la política de precios, pero me parece que aquí hay algo que no funciona bien. Hace pocos días escuché a nuestro presidente, señor Zapatero, decir que dentro de pocos años nuestra renta per cápita superará a la de alemanes y franceses.
¿De qué nos va a servir si también los precios continúan subiendo como hasta ahora y nuestro poder adquisitivo cada vez es menor.
