"Todavía hay quien quiere negar la palabra a las mujeres"

Al entrar en la iglesia, un cura obrero de Vallecas le ofreció una rosa. "Para que veas que no somos todos iguales", le dijo a Margarita Pintos, prestigiosa teóloga católica que compartió ayer púlpito con la pastora evangélica Esther Ruiz. Juntas oficiaron una ceremonia en el templo evangélico de la Iglesia de Jesús, en la calle Calatrava, pese al "veto" del arzobispado de Madrid.

Pintos fue la persona elegida por los evangelistas para acudir a su templo con motivo de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, pero la jerarquía católica madrileña se opuso a su intervención, que fue borrada del programa oficial de las jornadas religiosas.

La Iglesia Evangélica Española (IEE) denunció el 16 de enero que el arzobispado "rechazó" la intervención de Pintos en la cita anual en la que cristianos de distintas confesiones intercambian púlpitos para reflexionar sobre los aspectos que les unen.

" Me dijeron que no representaba oficialmente a la Iglesia católica", señaló Ruiz, que también es presidenta del Presbiterio de la IEE. "Estamos hablando de ecumenismo y de diálogo, no de representantes", añadió. Este periódico intentó contactar ayer sin éxito con la oficina de comunicación del arzobispado de Madrid.

Ambas mujeres ignoraron el veto y mantuvieron la ceremonia que presidió la anglicana y en la que se escuchó un sermón de la católica.

"Queridas hermanas y queridos hermanos", comenzó Margarita Pintos desde el púlpito. "Estoy realmente emocionada", añadió. La teóloga analizó el pasaje del Evangelio de San Marcos que relata la historia de la hemorroísa, la mujer que sufría flujo de sangre y que se atrevió a hablar "de tú a tú" con Jesús en busca de un milagro. "La decisión de tocarle le hace sentirse libre de la enfermedad y los miedos que le acosaban", dijo Pintos, que también es presidenta de la Asociación para el Diálogo Interreligioso de Madrid (ADIM) y pertenece a la asociación de teólogos progresistas Juan XXIII.

"Hoy todavía algunos quieren negarle la palabra a las mujeres", añadió. Al acabar la ceremonia, la teóloga aseguró que el texto fue elegido antes de la polémica con el arzobispado.

En el encuentro participaron cerca de 70 fieles. Entre ellos, católicos, anglicanos, representantes de la Iglesia Evangélica de Lengua Alemana y miembros de distintas asociaciones para el diálogo interreligioso, como el Carmelo Ecuménico o ADIM. Muchos se acercaron al final de la oración a saludar y felicitar a ambas oradoras.

Pintos valoró que lo peor de sacarlas del programa fue "borrar de las jornadas a toda la Iglesia evangélica". Aseguró que ningún portavoz de la jerarquía eclesiástica católica ha contactado con ella en los últimos días ni para intentar disuadirle ni para ofrecerle una explicación.

"¿A alguien puede parecerle extraño u ofensivo lo que ha ocurrido hoy aquí? Intentar vetar actos así queda fuera de la normalidad", reflexionaba en el pasillo del templo la pastora anglicana.