El Gobierno apoyará el nuevo San Mamés si tiene un uso público

La portavoz del Gobierno vasco, Miren Azkarate, anunció ayer que el Ejecutivo autonómico colaborará en la financiación del nuevo estadio de San Mamés siempre que éste incluya algún tipo de uso público, tal como ocurre con los estadios de las otras dos capitales vascas, el de Anoeta, en San Sebastián, y Mendizorrotza, en Vitoria. Azkarate fijó así la posición del Gobierno respecto a su posible participación en la financiación del nuevo campo del Athletic, cuyo coste está calculado en 180 millones de euros. A preguntas de los periodistas, la portavoz respondió de este modo al diputado general vizcaíno, José Luis Bilbao, quien el pasado miércoles reclamó al Gobierno una aportación económica para construir el campo de fútbol, por tratarse de "un proyecto de ciudad, de territorio y de país".

Esa posibilidad está descartada, según dijo Azkarate, en tanto en cuanto la nueva instalación deportiva no se ajuste a "unas determinadas líneas de actuación" que mantiene el Ejecutivo respecto a la financiación o al apoyo económico de instalaciones deportivas públicas. En este sentido, recordó que existe una colaboración tanto en Mendizorrotza como en Anoeta porque en ambos estadios se crearon "instalaciones de uso público". Ambos recintos deportivos albergan las sedes de las federaciones deportivas, y el segundo cuenta además, con pistas de atletismo y otras instalaciones cubiertas. Por este motivo, advirtió de que si el futuro San Mamés se limita a ser un campo de fútbol, el Gobierno no apoyará económicamente el proyecto. En cambio, "si hay usos públicos, bien acogiendo a sedes locales o bien otro tipo de instalaciones, sí estaremos", concluyó.

La propiedad de la nueva instalación será de la sociedad patrimonial creada al efecto, denominada San Mamés barria (nuevo San Mamés), en la que participan el propio Athletic, la Diputación Vizcaya y la BBK. La explotación y la gestión del nuevo campo correrá de manera exclusiva a cargo del club.