El acusado del 'caso Tous' seguirá en prisión por el peligro de fuga

Lluís Corominas, el yerno del matrimonio de joyeros Tous y jefe de seguridad de esta familia, seguirá en prisión acusado del homicidio de un presunto ladrón ocurrido cerca de la casa de los primeros en Sant Fruitós de Bages el 9 de diciembre. La Audiencia de Barcelona considera que hay riesgo de fuga evidente por la pena que se le pueda imponer, por el "poderío económico de la familia" y por la "personalidad un tanto impulsiva" del acusado.

La decisión de la Sección Quinta de la Audiencia de Barcelona se conoció ayer y desestima todos los argumentos del recurso presentado por Carlos Bueren, el abogado defensor. La decisión judicial no es recurrible.

El tribunal entiende que invocar la legítima defensa en la actuación del vigilante es "ciertamente complicado para cualquier observador imparcial objetivo" y enumera nueve razones. Entre ellas, que ni en el vehículo de los supuestos ladrones ni a éstos se les encontraron armas de fuego y que Corominas disparó casi a quemarropa.

También recuerdan los jueces que el acusado "pudo actuar de manera súbita, repentina o sorpresiva" y que fue él quien tomó "la iniciativa de la acción" y se dirigió hacia el vehículo de los supuestos ladrones, en lugar de dirigirse a la casa, donde había otro vigilante. Igualmente, el tribunal plantea que Corominas pudo disparar un solo disparo, pero fueron dos. El tiro letal le entró por la cabeza a uno de los supuestos asaltantes y le salió por la cara hasta impactar en la luneta delantera del vehículo. El otro se incrustó en la puerta derecha del vehículo.

La Sala tampoco cree, como argumentaba la defensa, que haya de valorarse a favor de Corominas que no disparase contra el acompañante, a quien tenía encañonado en el suelo, pues los Mossos d'Esquadra estaban a punto de llegar. En definitiva, la Audiencia considera que la situación de peligro para la vida de Corominas que describe la defensa no es sino una hipótesis originada por la propia "actuación personal, precipitada e irreflexiva" del acusado. "No parece que estemos ante un simple vigilante jurado", afirman los jueces, sino ante un "director de seguridad" con titulación, con una licencia de armas "que no se otorga a cualquiera", matizan.

Reparación económica

El tribunal admite que el hecho de que la familia Tous haya consignado en el juzgado 150.000 euros para reparar el daño a los perjudicados ha de servir de atenuante, pero no basta para ordenar su libertad. Tampoco es suficiente que haya confesado que disparó.

El riesgo de fuga que esgrimen los jueces para mantener la situación de prisión deriva de la gravedad del supuesto crimen, que puede comportar a Corominas hasta una condena por asesinato, si prospera la petición de la acusación, y otra por homicidio frustrado cometido contra el acompañante. Bien es cierto, precisan, que ellos rebajarían la pena por la atenuante mencionada.

La Audiencia recuerda que "el poderío económico" de la familia Tous se traduce en que a los seis días del crimen ya habían depositado los 150.000 euros, un hecho "inusual en la vida cotidiana de los juzgados", dice el tribunal, y que evidencia que quien es capaz de eso, también tiene medios para huir y ese peligro es mayor cuanto más dinero se posee.

Junto con eso, el tribunal entiende que un hombre con una personalidad "más bien impulsiva" como Corominas puede tener el "natural y comprensible instinto de ponerse a salvo" y huir. Y, finalmente, otro dato, que el tribunal considera "importante", como es que el cargador de la pistola fue escondido por Corominas y no lo entregó un familiar a los Mossos hasta al cabo de cinco días. Eso, dicen los jueces "introduce ciertas inseguridades añadidas" de cómo podría comportarse el acusado si se le libera.

La Audiencia precisa que el caso analizado no es un asalto más a una vivienda, porque en la zona donde vivía la familia Tous existía un sistema de grabación externo e interno, algo que no está al alcance de todos los chalets; ni tampoco dos vigilantes de seguridad específicos. El tribunal también constata la repercusión mediática del caso y habla de la "expectación social" por lo que pueda decir.

El auto contiene el voto particular del magistrado Guillermo Benlloch, partidario de que Corominas hubiese quedado en libertad bajo fianza de 150.000 euros.