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A Coruña medirá la polución por las descargas en el puerto

Los vecinos denuncian que las restricciones aprobadas en septiembre aún no se aplican

Tras años de lucha y denuncias de los vecinos del barrio coruñés de Os Castros, principales afectados por la contaminación que ocasionan las descargas a cielo abierto de carbón y otros sólidos a granel en los muelles del Centenario y de San Diego, la Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento han empezado a tomar las primeras medidas para tratar de reducir y controlar el impacto de estas operaciones de estiba. Después de que el puerto, en septiembre, aprobase nuevas normas restrictivas para la manipulación y almacenamiento de este tipo de mercancías, el Ayuntamiento anunció para febrero la instalación de medidores de la calidad del aire en Os Castros con el fin de controlar la contaminación producida por las toneladas de minerales, cereales y otros compuestos que son descargados en los céntricos muelles coruñeses, desprendiendo partículas y polvillo.

En una ciudad tan a merced del viento como A Coruña, el problema afecta a miles de vecinos. Acumulan ya cientos de informes médicos que avalan problemas respiratorios u oculares causados por la contaminación del aire. La adopción de las primeras medidas desde las autoridades portuarias y municipales representa un cambio de actitud ante un conflicto que se prolonga desde hace dos décadas. Pero la Plataforma Anticarbón, que reúne a los colectivos ciudadanos que padecen la contaminación que provocan estas descargas a cielo abierto, denuncia que no se cumplen las nuevas normas que el puerto impuso a las empresas para reducir su impacto. Ni se riegan las mercancías volátiles que se amontonan en los muelles, aseguran los vecinos, ni se está utilizando tensoactivos, un producto químico que densifica el agua con el fin de crear una fina capa sobre el carbón para evitar que rachas de viento, tan frecuentes, expandan partículas de este mineral hasta varios kilómetros a la redonda. Tampoco se usan las dos tolvas ecológicas que tiene el puerto para las descargas de cereales con el fin de reducir las inevitables nubes de polvo.

La plataforma vecinal que preside Mariló Prado está decidida a retomar sus protestas, con cortes del tráfico de entrada y salida a los muelles. Aguarda sólo a la entrevista que tendrá el lunes 29 con el presidente de la Autoridad Portuaria, Macario Fernández, al que exige que obligue a las empresas, principalmente Unión Fenosa y Endesa, a cumplir esas nuevas normas de manipulación y almacenamiento de sólidos a granel.

Fernández insiste en que las nuevas medidas adoptadas, que obligan a regar las mercancías en función de la dirección y velocidad del viento, son más restrictivas que las que establece la normativa medioambiental en vigor. E insiste en que "el impacto y molestias" que sufren los vecinos de Os Castros y otros barrios se reducirán considerablemente a partir de mayo, fecha prevista por Unión Fenosa para terminar su Proyecto Medusa, una infraestructura con capacidad para 100.000 metros cúbicos que permitirá la descarga, almacenamiento y transporte en circuito cerrado de las toneladas de carbón que la compañía eléctrica importa para alimentar su central térmica de Meirama, en Cerceda.

Macario Fernández, en la entrevista que mantuvo con el alcalde el viernes para exponerle su informe medioambiental, se congratuló de la decisión del Ayuntamiento de instalar medidores de la calidad del aire. "Permitirá conocer el impacto real de las operaciones de estiba en la zona residencial y manejar datos objetivos", indicó ayer la Autoridad Portuaria. El puerto reconoce que sus controles de la contaminación atmosférica que producen sus descargas "no reflejan la realidad".

Losada se pone combativo

El alcalde de A Coruña, Javier Losada, comenzó este año de elecciones municipales con una actitud inhabitualmente combativa contra la contaminación que provocan las actividades de estiba de mercancías volatiles. "Defiendo los intereses de los vecinos, no los de los accionistas de una empresa", declaró a principios de enero al reclamar a Unión Fenosa agilidad en las obras de construcción del recinto cerrado que albergará las toneladas de carbón que llegan por barco y se amontonan en los muelles frente a las ventanas de los vecinos de Os Castros.

La inauguración de este circuito cerrado, un proyecto anunciado hace ya ocho años por el anterior alcalde, Francisco Vázquez, y la compañía eléctrica, está prevista para mayo. Pero cuando entre en funcionamiento, las descargas a cielo abierto de carbón continuarán, ya que Endesa seguirá utilizando el muelle de San Diego para importar mineral. Tanto la Autoridad Portuaria como Endesa sostienen que el volumen de carbón que descarga y almacena esta empresa es muy inferior al de Unión Fenosa. Endesa, que importa unas 300.000 toneladas anuales, advirtió que de seguir la presión se trasladaría al puerto exterior de Ferrol, aún en construcción.

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