De la Vega asegura que primará la acción del Estado contra ETA

La reunión que el jueves celebraron el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el lehendakari Juan José Ibarretxe en La Moncloa tuvo carácter "institucional" y sirvió para reafirmar la colaboración entre ambas instituciones contra el terrorismo, pero no para concertar pactos políticos. Así lo aseguró ayer la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, al finalizar el Consejo de Ministros de ayer.

Fue una reunión que Zapatero encuadró en la ronda de partidos que ha organizado para analizar la situación política creada tras la ruptura del proceso de final dialogado de la violencia por parte de ETA. Zapatero, que tiene muy en cuenta la mala salida que tuvo la ruptura de la tregua anterior, la de 1998, cuando gobernaba José María Aznar, quiere evitarla en esta ocasión.

Frente a la confrontación entre los gobiernos central y vasco, que caracterizó el final de la tregua anterior, Zapatero se aseguró ayer con Ibarretxe la confirmación de la colaboración institucional, que es muy importante en el terreno policial, con la coordinación de las Fuerzas de Seguridad y la Ertzaintza.

En el terreno político las diferencias son importantes. Zapatero prima, en estos momentos, la acción del Estado de derecho frente al terrorismo (fuerzas de seguridad, justicia, colaboración internacional) y reclama, a su vez, a ETA el "final de la violencia".

Sin embargo, Ibarretxe prima el diálogo con todos los partidos, incluida Batasuna, para abrir un nuevo proceso. "Una gran cantidad de personas salió a la calle para decir, entre otras cosas, que sin diálogo no hay esperanza", dijo ayer el lehendakari, en referencia a la manifestación celebrada en Bilbao el pasado 13 de enero.

Ibarretxe se mostró muy esperanzado de que se producirá una nueva oportunidad y citó como un elemento que alimentaría esa esperanza las últimas reflexiones de dirigentes de la izquierda abertzale, en referencia a Rafael Díez Usabiaga, secretario general de LAB, que dijo que "con bombas no puede haber proceso de paz" y de Arnaldo Otegi, que, a su vez, pidió una reflexión en Batasuna tras el atentado de ETA en Barajas.

Esta diferencia de prioridades no repercutirá en las relaciones personales "cordiales" que mantienen Zapatero e Ibarretxe, pero tampoco en las relaciones institucionales.

Sus diferencias se mantienen en el terreno político y ahí lo que cuentan son los partidos, que son los que tratarán de buscar un acuerdo de mínimos para terminar con el terrorismo. Fernández de la Vega lo dijo ayer con toda claridad, al señalar: "Los pactos políticos se cierran entre partidos políticos y no entre instituciones". En esa tarea, el Gobierno trata de aunar al PP y PNV en la tarea de acabar con el terrorismo.