La gestora de Marbella anula la primera licencia de obras de la etapa del GIL

La comisión gestora de Marbella anuló ayer la licencia de obras concedida por el ex alcalde Julián Muñoz a la promotora Almagra Pro 2000 para construir 180 viviendas que ya están habitadas en la zona de Guadalmina Alta. Se trata de la primera licencia que la gestora declara nula de la etapa del GIL. La gestora aprobó también un pleno extraordinario retirarse en cinco procedimientos judiciales en los que la Junta había impugnado licencias de obras que afectan a más de 200 viviendas y al helipuerto utilizado por el ex asesor de Urbanismo, Juan Antonio Roca.

El PP impidió que se abordase el cambio de la bandera municipal y de un nuevo escudo

La comisión gestora dio ayer otro paso decisivo para restaurar la legalidad urbanística ignorada por sistema durante 15 años en Marbella. La anulación definitiva de la licencia de obras a la promotora Almagra Pro 2000 para construir 180 viviendas en Guadalmina Alta fue aprobada ayer en un pleno extraordinario, después de que el Consejo Consultivo, el órgano de asesoramiento legal de la Junta de Andalucía, emitiera un informe favorable a la nulidad.

La promoción ya está acabada y la mayoría de las viviendas son segundas residencias para veraneantes, pero incumple el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) vigente de 1986 porque excede la altura y densidad de edificabilidad previstas. A partir de ahora, la promotora dispone de un mes para interponer un recurso de reposición y de dos meses para recurrir por la vía contencioso administrativa.

Si la promotora acepta la nulidad de la licencia, la gestora abrirá entonces un expediente de sanciones contra los técnicos y promotores involucrados en la concesión, y un expediente de restauración de la legalidad que podría derivar en la demolición.

Sin embargo, el fantasma del derribo será demorado por la gestora hasta que se conozca el avance del nuevo plan general que defina los usos de los suelos sobre los que se ubica la promoción.

Asimismo, la gestora aprobó ayer retirarse de cinco causas judiciales en las que el Ayuntamiento estaba personado, y donde la Junta había impugnado las licencias de obras concedidas por el consistorio.

Entre las licencias figura la concedida a la sociedad Helioponto Marbella SL para la construcción del helipuerto que utilizaba el supuesto cerebro de la red de corrupción, Juan Antonio Roca. Helioponto es una sociedad tapadera de Roca, al frente de la cual está el supuesto testaferro del ex asesor de Urbanismo, Salvador Gardoqui, en libertad bajo fianza de 12.000 euros y acusado de blanqueo de capitales en el caso Malaya. El juez instructor, Miguel Ángel Torres, decidió requisar del Ayuntamiento este expediente de la concesión de licencia de obras a Helioponto.

Además, la gestora decidió no entorpecer la impugnación de licencias de otras promociones, como la concedida a la promotora Fadesa para la construcción de 110 viviendas en la zona de Guadalmina Baja, y la promotora Gabinete Técnico de Obras, que construyó 100 viviendas. "El Ayuntamiento defendía licencias indefendibles porque incurren en motivos de legalidad muy graves", aclaró el vocal de Urbanismo, Rafael Duarte.

La revisión de licencias aprobada ayer, y que previsiblemente desembocarán en más anulaciones, incluye la concedida a la promotora Naviro Inmobiliaria 2000 SL, propiedad del empresario imputado en la operación Malaya, José Ávila Rojas, para construir un apartahotel de 80 apartamentos, y la de Development Proyect para construir un centro comercial en Sierrablanca ubicado en zona verde.

Entre todas las licencias revisadas, Duarte destaco la que afecta al centro comercial Plaza del Mar, construido sobre zona verde: "Hoy hemos puesto en duda que la rentabilidad del centro comercial deba recaer sólo en el grupo Ávila Rojas, que construyó ilegalmente, y no en el Ayuntamiento". A continuación, resumió: "Seguiremos con esta tarea porque no queda más remedio que depurar la situación de ilegalidad que sufre el Ayuntamiento para poder afrontar la elaboración del nuevo plan general".

Por otra parte, la gestora no llevó ayer a pleno finalmente la propuesta para la rehabilitación del escudo y la creación de una nueva bandera de Marbella, por la oposición de los vocales propuestos por el Partido Popular, que entienden que debe ser la próxima corporación municipal la que decida el cambio.

La propuesta del vocal de Cultura, Francisco Moreno, está basada en un informe de la asociación cultural Cilniana. "La oposición no tiene sentido. El estudio se basa en criterios estrictamente históricos y no políticos, adaptados a la heráldica actual", aclaró Moreno.