En tiempos del cólera

En estos tiempos del cólera (del cólera verdadero y del cólera figurado) es bueno poner la tele para oír hablar. Tranquilamente. En La 2, una tele de conversación (véase Enfoque, con Elena Sánchez, los martes), hay los jueves un programa, D-calle, que presenta Cayetana Guillén. Entra en las casas asombrándose de todo lo que oye. Ha dado con soltura y solvencia el salto del comentario de las películas al comentario de la vida. Es un salto. Tuvo dos contertulios directos, muy vivos, en Amaia Montero (La Oreja de Van Gogh) y en Pedro Zerolo, el socialista que lideró la liberación gay en España. Amaia Montero se sorprendió, en el estudio, cuando apareció por allí su hermana Idoia, que es como ella. Le dijo a Cayetana: "¡Esto es como ¡Sorpresa, sorpresa!". Claro, son muy jóvenes, incluida Cayetana; si tuvieran la edad de muchos de sus telespectadores hubieran recordado aquellos añorados Ésta es su vida, de Federico Gallo... Zerolo seguro que lo recuerda. El activísimo político canario dijo que era de la generación del 60, cuando nacieron los hippies y las flores..., y aquel célebre programa de biografías escenificadas que fue Ésta es su vida. En cierto sentido, este programa de Cayetana Guillén Cuervo es un Ésta es su vida de los tiempos modernos; en él Zerolo hizo una crónica, a veces emocionante, de lo que fue aquella lucha homosexual por liberar esclavitudes. Se atenuó la cólera que produjo esa ley, y Zerolo anoche lo estaba celebrando. Tranquilamente.

Programas así abren el apetito de la conversación, mejoran la vida. Y más tendría que mejorar, mucho más. Hoy tendremos oportunidad de ver, en Cuatro, la segunda entrega de un programa, Soy lo que como, que abre los ojos a un drama sobre el que la gente pasa de puntillas: la alimentación perversa. En "un país magnífico", como dice Zerolo que es España, una emisión como ésa debería enseñarse en las escuelas, para que la salud sea el porvenir y no el lamento.