Núñez Feijóo dice ahora que el Estatuto aún se puede negociar

"Seguimos pensando que es posible un acuerdo de las mayorías en el que seguro que no van a quedar fuera las minorías". Con esta invitación al presidente de la Xunta para retomar las negociaciones estatutarias inició Alberto Núñez Feijóo su comparecencia del día después. Unas horas más tarde de certificar el fracaso del nuevo Estatuto, el presidente del PP se mostró dispuesto a volver a negociar y a modificar su definición de Galicia, "que no es inamovible".

Alberto Núñez Feijóo se niega a aparecer como culpable de que Galicia no cuente con un nuevo Estatuto. El presidente del PP gallego eludió ayer dar por rotas las negociaciones para reformar el texto. En su comparecencia de la mañana tras reunirse con la dirección de su partido, Feijóo pidió una nueva reunión de los líderes para seguir avanzando en las negociaciones.

No lo hizo directamente. El líder popular anunció que estaría dispuesto a dialogar con Touriño y Quintana en cuanto se le convoque "después de las municipales, porque yo creo que hay tiempo antes de las generales" y añadió: "Mi propuesta de ayer no es inamovible, se puede negociar. Yo incluí el término sentimiento nacional, una fórmula recogida de los textos de PSOE y Bloque para que pudiéramos entendernos, Creo que arriesgamos, pero merecía la pena".

El documento que presentó el líder del PP en Monte Pío recoge que "desde la Edad Media Galicia ya es identificada en Europa como una de las regiones históricas del mundo occidental".

El "arriesgado" guiño a los nacionalistas al que alude Feijóo lo incluye la propuesta del Partido Popular en el siguiente párrafo: "Como manifestación de un sentimiento nacional, los nacionalistas anhelaron todos ellos la autonomía política de Galicia dentro de España y el fortalecimiento de su vocación europea".

En la primera de las dos ruedas de prensa que el presidente del PP convocó ayer en Santiago, el líder popular acusó a Touriño y Quintana de "endurecer su postura" y modificar a última hora la definición del preámbulo: "De caracter nacional y nación de Breogán pasaron a incluir nación de todos los gallegos", aseguró Feijóo, quién se negó a contestar si hubiese aceptado la primera de las fórmulas.

Según el presidente del PP, la reunión del miércoles demostró que el Bloque " manda mucho en Galicia". "Puedo entender que con 13 diputados y el 18% de los votos mande en la Xunta, pero que lo haga también en Galicia, eso no es el resultado democrático de unas elecciones", dijo.

Pese a todo, el mandatario popular no quiso señalar un responsable del fracaso de las negociaciones -se limitó a decir que el endurecimiento de las posiciones de Touriño y Quintana no facilitó el acuerdo- y atribuyó la ruptura del diálogo a la situación política de Galicia, no a la de España. "Decir que es un problema de ETA no es abordar las cosas como toca", concluyó, aludiendo a las declaraciones del presidente de la Xunta.

Feijóo se esforzó también en explicar que el preámbulo no fue el único escolló que frustró la reforma: "Interesa decir que el problema es una palabra, pero Galicia no pica, aunque en el encuentro del miércoles se produjeron avances, todavía hay 36 diferencias relevantes", dijo, antes de citar temas como la financiación y las inversiones del Estado en Galicia, el estatus jurídico del idioma o la continuidad de las diputaciones provinciales en la futura Administración.

También enumeró aspectos en los que PSdeG y Bloque mantienen desacuerdos. "El Bloque está en contra de que los valores constitucionales estén en la educación".

Ya por la tarde, en declaraciones a este periódico, Núñez Feijóo se mostró muy molesto con las declaraciones de Touriño y Quintana, y acusó a los socios del bipartito de romper un pacto que los tres líderes habían sellado, antes de levantarse de la mesa en Monte Pío. para anunciar la ruptura de las conversaciones sin utilizar criterios partidistas y sin culpar a nadie del fracaso.