Foz y Barreiros multiplican las viviendas sin ganar población
Urbanismo ha anulado licencias de edificación en ambos ayuntamientos
Los ayuntamientos de Foz y Barreiros, sobre los que pesan resoluciones de nulidad de licencias por parte de la Dirección Xeral de Urbanismo, multiplicaron sus viviendas en los últimos años, pero no lo hicieron en la misma proporción con el número de habitantes. Foz apenas ganó población en los últimos diez años, y el caso de Barreiros resulta todavía más llamativo ya que, en el mismo periodo, perdió 283 vecinos.
El Ayuntamiento de Foz disponía de 5.849 viviendas en 2001. Sólo en los dos últimos años tramitó licencias para construir otras tantas viviendas como las que tenía en el año de referencia. En 2005 este municipio, presidido por el socialista José María García Rivera, concedió licencias para edificar 2.300 viviendas. En 2006 las licencias otorgadas para construir pisos se elevan a 3.600, de las que 1.350 están anuladas por la Dirección Xeral de Urbanismo. Pese a este furor constructivo, Foz ganó sólo 238 habitantes en los últimos diez años.
El caso de Barreiros, con sus normas urbanísticas suspendidas por resolución de la Dirección Xeral de Urbanismo, la situación es más alarmante. Este municipio, liderado por el Alcalde popular Alfonso Fuente Parga, contaba con 2.797 viviendas en 2001, de las que, ya por aquel entonces, 1.327 tenían consideración de segunda residencia. Sólo en el último año se concedieron licencias para construir 5.800 viviendas; sin embargo, Barreiros perdió 283 habitantes en los últimos 10 años.
La voz de alarma sobre esta inversa proporcionalidad entre construcción y habitantes la dio ayer el parlamentario nacionalista, Manuel Parga. El diputado del BNG anunció la presentación de una proposición no de ley con la que pretende que el Parlamento inste a la Xunta de Galicia a que continúe adoptando "las medidas necesarias" para que los ayuntamientos de Foz y Barreiros "cumplan la legalidad" en materia urbanística y "acaten" las resoluciones emitidas por la Dirección Xeral de Urbanismo.
Parga, que estuvo acompañado por los portavoces de los grupos nacionalistas de Foz, Xoán Carlos González Basanta, y de Barreiros, Antonio Veiga, afirmó que la política urbanística de ambos municipios se ha traducido en un "encarecimiento" de los pisos. Basanta sostuvo que se trata de un modelo que "ya fracasó" en otras partes, y que puede llevar a convertir estos dos municipios en "pueblos fantasma".
Mala imagen
Mientras tanto, los promotores se quejan de la mala imagen que se está generando en la costa de Lugo. El presidente de la asociación provincial de promotores, David García Vilela, aseguró que "se está jugando con las empresas y generando una inseguridad para el promotor y el comprador".
García Vilela, reivindicó "seguridad plena" para que cuando los promotores dispongan de una licencia "ésta sirva para lo que fue concebida". "Se habla de marbellización para referirse a lo que sucede en la costa de Lugo", dijo, "cuando no tiene nada que ver con lo que sucedió allí. Aquí no hay sinvergüenzas por parte de los promotores, y pienso que tampoco por parte de los políticos". En su opinión, estas críticas "destrozan una de las riquezas que tenemos en Galicia".
Vilela no tiene ninguna duda de que el buen momento de la construcción en la costa se produce por la inmediata llegada de la autovía del Cantábrico. Por ello sostiene que el momento de la promoción "es ahora". El presidente de los promotores lucenses, amparado por la asociación de promotores de Galicia, tiene previsto solicitar una entrevista con la Conselleira de Política Territorial, María José Caride, a la que quiere exponer estos problemas. "Si tenemos licencia tenemos derecho a construir, y si nos la retiran habrá grandes perjuicios que alguien tendrá que pagar".
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