Después de Mayo del 68
La explosión reivindicativa de los jóvenes en mayo de 1968, en una época en que la enseñanza universitaria estaba centralizada en muy pocas universidades y casi exclusivamente en París, tuvo como consecuencia una multiplicación de los centros. Entre 1969 y 1973 se crearon nada menos que 62 universidades, 13 de ellas en París.
La capacidad de movilización que habían mostrado los universitarios espantó y se optó por dividirlos y esparcirlos por todo el territorio. Obviamente, las urgencias policiales no fueron ni mucho menos las únicas que pesaron. El boom demográfico y el aumento del poder adquisitivo de las clases medias y populares puso la universidad -o mejor dicho, el prolongar los estudios sin tener que incorporarse al ciclo directamente productivo- fueron determinantes en la proliferación de universidades y facultades.
Francia conoce un momento de ebullición electoral. Para la derecha, concretamente para Nicolas Sarkozy, el futuro de la universidad pasa por aumentar su presupuesto en un 5% a lo largo de cinco años, por dotar de autonomía a los centros -eso les permitiría buscar dinero donde lo hay, al margen del Estado- y crear campus competitivos a escala mundial. La izquierda gubernamental, los socialistas, también quieren aumentar el presupuesto, hablan de "polos universitarios a escala mundial" y son más moderados a la hora de prometer autonomía, que "se dará dentro del marco de un presupuesto nacional". El Partido Socialista francés, que en 2002 vio cómo muchos de los enseñantes votaban por otra opción, temen ahora pronunciarse en voz alta: cualquier modificación del statu quo es un riesgo, aunque no tocar nada equivale a proseguir un proceso de decadencia cada vez más acelerado.
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