Pizza por pesos
Una cadena recibe fuertes críticas en EE UU por permitir pagar en la divisa mexicana
"La revolución de la pizza ha comenzado". Éste es el lema que preside los menús de la cadena de comida rápida tejana Pizza Patrón, que estos días está atrayendo la atención por la polémica originada por su última iniciativa de negocio. La compañía deja a los inmigrantes hispanos pagar con pesos al pasar por caja en sus 59 locales. El 60% sus clientes son de origen latino. Pero en un país que ama tanto a su bandera, muchos califican a sus gestores de antipatriotas.
Pizza Patrón abrió su primer local en la primavera de 1986 en Dallas (Tejas). La cadena la fundó Antonio Swad, un empresario de origen italiano y libanés, cuyo negocio ha pasado desapercibidos para la gran mayoría de los estadounidenses, pero ha crecido con rapidez. La franquicia gestiona 141 restaurantes, de los que 59 son pizzerías, situadas en barrios predominantemente latinos de Texas, Colorado, Arizona, Nevada y California.
Algunos de estos establecimientos están en pequeñas localidades a lo largo de la frontera con México y sus menús son bilingües, en inglés y castellano, como los gestores de los restaurantes. "Servir a este colectivo [el de inmigrantes] es nuestra pasión", afirman desde la compañía. Y, por eso, desde la pasada semana tienen colgado en sus cajas el cartel de "aceptamos pesos".
Pizza Patrón ha fijado una tasa de cambio de 12 pesos por dólar, ligeramente desfavorable si se comprara con la conversión oficial, de 10,9 pesos por dólar. Pero como explica el director de marketing, Ernesto Hernández, de esta manera algunos clientes pueden deshacerse de los pesos que tienen acumulados en sus carteras. La cadena de pizzerías calcula que, en la primera semana, los pagos en pesos representaron un 10% en cinco de sus restaurantes.
Los directivos de la compañía están recibiendo centenares de mensajes de apoyo a su campaña, y recordando que en la frontera con Canadá hay negocios en Nueva York y Minnesota que permiten el pago con la moneda del país vecino. Pero también hay correos electrónicos y llamadas de teléfono que acusan a los gestores del negocio de antipatriotas, y que les amenazan por incitar la inmigración ilegal en EE UU. "Vete a México", espeta uno de los mensajes.
Pizza Patrón responde a las críticas diciendo que su único propósito es vender más pizzas. Su director de marketing explica que esta iniciativa surgió como respuesta a la demanda de los clientes que preguntaban si se aceptaban pesos. "¿Por qué no?", dice Hernández. La cadena recuerda también que Wal-Mart o los supermercados H-E-B ya permiten pagos con pesos en sus establecimientos cerca de la frontera mexicana. La diferencia es que Pizza Patrón cobra en la divisa mexicana en locales en Dallas o Denver, a varios centenares de kilómetros de la frontera.
La compañía decidirá en febrero si mantiene el polémico pago, en función del éxito que haya tenido la iniciativa en ventas. Lo que sí ha conseguido, gracias a la polémica sobre inmigración, es una publicidad inesperada.
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