Lo imposible

Pienso a menudo que La 2 es el refugio de los sin patria, catódicamente hablando. Y también me pregunto qué pasará ahora, con los cambios que se avecinan en el Ente. La transparencia en el nombramiento del nuevo superjefe es muy de agradecer, pero dudo de que se encuentre (si es que le cambian) alguien con más conocimiento del medio, más tacto y mirada de más alcance que el actual director de Televisión Española, Manuel Pérez Estremera, a quien se debe, por ejemplo, la espectacular mejora en la programación del cine de calidad en La 2, y más cosas.

La 2 tiene un perfil inquieto y ambicioso, ahora que su hermana mayor TVE-1 emula más de lo debido el "estilo Tele 5" en los espacios de entretenimiento y concursos. La 2 dicen algunos que es noventayochista, o un órgano emanado de la Institución Libre de Enseñanza, o un remedo de la parte más naturalista y educativa de la BBC. Un poco de todo, la verdad. ¿Pero es eso malo en nuestro país, tan de charanga y pandereta aún? Viendo el primero de los capítulos de la nueva serie sobre la Antártida de Al filo de lo imposible, que van a seguir emitiéndose los domingos, uno se sentía espectador del mundo y no vecino de quienes cotillean o bailan (regularcito) a costa del erario público. Lo que pasa es que el director y varios de los responsables de Al filo de lo imposible son talluditos, y no está claro que puedan seguir trabajando en la casa.

¿Y qué pasará con Miguel de la Quadra Salcedo, que es intemporal? También La 2 le ha dado cobijo el fin de semana, a una hora matutina, como de misa de 12, y el veterano periodista y viajero presenta su Ruta Quetzal, el relato de otra expedición entre antropológica y folclórica. Este programa, muy bienintencionado, me parece de menos calidad, y hasta algo antiguo, aunque De la Quadra se muestre juvenil en su llamada ecologista: "Hay que aprender de la selva". Hablaba de conservación natural y respeto a las especies, no de la ley selvática de despellejarse los unos a los otros.