Detenido un segundo implicado en un doble crimen en Castellón

Un varón, de cerca de 40 años de edad, fue detenido ayer en el centro de Castellón por su presunta implicación en un doble crimen cometido en junio de 2005 en el pequeño municipio de Càlig. El arresto se ha producido días después de que la titular del juzgado número 1 de Vinaròs tomara declaración al primer detenido por el crimen, un supuesto sicario que fue localizado en la República Checa.

A la hora del cierre de esta edición, la Guardia Civil tomaba declaración al arrestado con el fin de esclarecer el grado de implicación de éste en la muerte de Yalennis Valero y Juan Manuel Valera. Ambos fueron hallados en el domicilio de la primera. Sus cuerpos yacían en el suelo, atados de pies y manos, y con un único disparo en la nuca.

Fuentes próximas a la investigación apuntaron ayer que el nuevo detenido podría haber intervenido directamente en el crimen y que, incluso, podría haber ejercido de intermediario entre el inductor del doble asesinato y el sicario.

La policía desplegó ayer un llamativo dispositivo en el centro de la capital de La Plana antes de la detención, que se produjo en un gimnasio que, según las mismas fuentes, había regentado el detenido. En el establecimiento se realizó un riguroso registro para encontrar algún dato o señal que permita a los investigadores aportar más datos sobre el inductor del crimen.

La primera detención del conocido como crimen de Càlig tuvo lugar el 5 de octubre del pasado año. Sobre Emilio P.R., de 45 años y vecino de Castellón, pesaba una orden internacional de búsqueda y captura desde septiembre. Finalmente, fue localizado por el Cuerpo para la Desarticulación del Crimen Organizado (UOOZ), en colaboración con agentes de la Unidad del Crimen Organizado (UCO) desplazados hasta Caslav (República Checa) donde, al parecer, se había trasladado poco después de los hechos.

Pasional

Tras su detención, que se produjo antes de que cobrara todo el sueldo como sicario, según las fuentes, la Corte Regional de Bohemia Central determinó su entrega a la justicia española. La policía le atribuye, además, otros cinco delitos violentos. En cualquier caso, los investigadores se centran ahora en encontrar a quién dio la orden para el crimen, por lo que las pesquisas se centran en el entorno de Yalennis Valero, ya que todo apunta a que se trata de un crimen pasional y que la muerte de Valera pudo ser "casual".

La mujer fallecida, una ciudadana cubana de 26 años, viajaba con su hermana de regreso a su domicilio en Càlig después de haber pasado la noche en Vinaròs. Alrededor de las seis de la mañana sufrieron un accidente a un kilómetro escaso de su casa y pidieron ayuda por teléfono a unos jóvenes de Vinaròs. Dos chicos acudieron al poco al lugar del siniestro y uno de ellos, Juan Manuel Valera, de 23 años, acompañó con su vehículo a una de las hermanas al domicilio que compartían en Càlig, mientras la otra pareja decidía quedarse custodiando el vehículo siniestrado. Tras más de una hora de espera, y ante la ausencia de noticias, la hermana de la víctima y el acompañante decidieron llegar hasta el domicilio de Càlig haciendo autoestop. Al llegar, descubrieron el asesinato.