Los casos civiles serán los más afectados por los retrasos tras la huelga de Justicia

La huelga que los trabajadores de la Administración de Justicia han mantenido durante dos meses y medio ha dejado importantes secuelas en el funcionamiento de los juzgados, especialmente por lo que se refiere a la jurisdicción civil. Esta área es la que se encarga de cuestiones como los divorcios, los desahucios, las demandas entre vecinos y cualquier reclamación entre particulares. Según los abogados, jueces y sindicalistas consultados por este diario, los juzgados de los casos civiles pueden tardar entre nueve meses y un año en absorber los efectos de la huelga y ponerse de nuevo al día.

Sus repercusiones se notarán, en segundo lugar, en la jurisdicción de lo contencioso-administrativo. El área penal, sin embargo, acumula menos retraso debido a que, por ejemplo, no se suspendió ninguna causa en la que se solicitaba más de dos años de cárcel.

El juez Jaime Tapia, portavoz de la asociación Jueces para la Democracia, explicó que la incidencia del conflicto ha sido desigual por territorios. Se ha dejado notar más en Vizcaya y Guipúzcoa que en Álava. "En menos de un año los juzgados tienen que estar otra vez al día. Lo que ocurrirá es que se producirá un cuello de botella en cuanto al trabajo de los jueces. Durante los dos meses y medio que ha durado la huelga, algunos apenas han tenido trabajo y ahora les toca señalar las vistas y dictar sentencias".

Desde el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, la previsión es que los juzgados tarden alrededor de un año en superar las secuelas. Por el momento, ha encargado al decanato un informe para evaluar el impacto de la huelga.

Ocasión desaprovechada

Por su parte, Comisiones Obreras, sindicato mayoritario en el sector con el 38% de la representación, vaticina que los juzgados más perjudicados, que son los del área civil, estarán a pleno rendimiento en un año. La portavoz de CC OO, Elena Pérez, rechaza la extendida idea de que la justicia funciona con lentitud, lo que agravaría los efectos de los paros. "Eso de que los juzgados van con retraso es leyenda urbana. Se trabaja al día. La lentitud es por otras cosas, como la ejecución de las sentencias".

El decano del Colegio de Abogados de Vizcaya, Nazario Oleaga, cree que se ha desaprovechado una "ocasión de oro" para arreglar los verdaderos problemas de la Administración de Justicia, como es la organización de los juzgados. "Todo se ha limitado a negociar cuestiones salariales. El conflicto se ha cerrado en falso porque del auténtico problema, que es estructural, no se ha dicho nada". Para Juan Pablo González, vocal del Consejo General del Poder Judicial para el País Vasco, da la impresión de que el acuerdo entre el Departamento de Justicia y los trabajadores no es "una solución definitiva" y pende la amenaza de que el conflicto vuelva a reproducirse.