Literatura con perspectiva económica
¿Qué tiene que decir un economista de literatura?, ¿qué relación se da entre estas disciplinas en principio tan distantes? Son las preguntas que intenta contestar este libro escrito por un nutrido grupo de economistas y que analiza desde diferentes perspectivas la relación entre la literatura y el mundo económico, y rompe claramente con el mito del escritor bohemio y el economista práctico y poco dado a las florituras.
El texto empieza con una anécdota del segundo acto de La importancia de llamarse Ernesto: "Hará usted el favor de estudiar su lección de economía política durante mi ausencia. El capítulo sobre la baja de la rupia puede usted saltárselo. Es demasiado sensacional. Hasta esos problemas monetarios tienen su lado dramático", ordena una profesora a una de sus alumnas.
Economía y literatura
Luis Perdices de Blas y Manuel Santos Redondo
Ecobook
ISBN 84-934807-3-8
Se trata sólo de un ejemplo menor de lo que es el corazón de este volumen, que se remonta a El Quijote (siglo XVII) y se prolonga hasta el siglo XX. La relación economía-literatura toma múltiples formas, resumidas en la explicación metodológica que abre esta investigación. Hay escritores que, como Vicente Aleixandre, premio Nobel en 1977, o Miguel Delibes, llevaron vidas ordinarias, muy alejadas de la imagen que se tiene de la bohemia, estudiaron y ejercieron profesiones serias que les dieron de comer, a ellos y a sus familias, y que nada tenían que ver con el fantástico mundo de la literatura. Hay economistas que, como Keynes, han analizado obras literarias desde una perspectiva puramente económica. Hay libros y relatos que permiten acercarse de forma muy certera a un momento económico concreto de la historia. Hay hasta joyas, novelas que son casi tratados socio-económicos en sí mismos, como el retrato que las novelas de Charles Dickens hacen de la industrialización. Y, cómo no, hay ensayos puros y duros, investigaciones sesudas, cuyo foco de interés principal es desentrañar algún aspecto de la relación que existe entre la economía y la literatura.
El volumen, coordinado por los catedráticos Luis Perdices de Blas y Manuel Santos Redondo, tiene su origen en una serie de conferencias organizadas por el Instituto de España y el Consejo Económico y Social de la Comunidad de Madrid en enero del año pasado.
Está repartido en una veintena de capítulos -prólogo e introducciones al margen-, cada uno a cargo de un autor -o autores- diferente y con un tema muy concreto -una obra literaria, una época-. La única coincidencia es que todos ellos tratan de literatura y están escritos por economistas.
El punto de partida es El Quijote. En concreto se trata de un análisis del tratamiento que da en la novela Cervantes al fenómeno del arbitrismo y por qué ésta omite cualquier referencia a los problemas económicos y políticos de su época, cuando reinaba en España Felipe III. Este primer capítulo está escrito en colaboración entre Luis Perdices de Blas y John Reeder.
Otros se acercan a Oliver Twist y las leyes de pobres (Pedro Schwartz); a las quiebras empresariales como tema literario (Francisco Cabrillo), y al periodismo económico de Ramiro de Maeztu (Jesús M. Zaratiegui). Azorín, Pessoa, Unamuno, Echegaray, Leopoldo Alas y hasta el liberalismo de Josep Pla son analizados por economistas reconocidos como los citados o Juan Velarde, Carlos Rodríguez Braun o el sociólogo Amando de Miguel.
El último capítulo es si cabe más ambicioso, pues intenta comparar los sistemas económicos presentes en las obras de Borges y Cortázar.
El libro está dirigido por tanto a economistas a los que les pica el gusanillo literario, pero también a curiosos que quieran acercarse al mundo literario desde una perspectiva original.
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