Boeing pone fin a cinco años de supremacía de la europea Airbus en pedidos de aviones
La empresa estadounidense alcanza un récord de 1.044 aparatos vendidos
El gigante aeronáutico Boeing continuó volando en 2006 con el viento de cola. La compañía estadounidense cerró el año con pedidos de 1.044 aviones, lo que le permitió batir su propio récord de 2005 en un 4,2% y desbancar en ventas a su rival europeo Airbus, que dominó las ventas en el sector los anteriores cinco años. El total de entregas en el pasado ejercicio se elevó a 398 unidades, un 37% más que en 2005, aunque aquí el consorcio europeo seguirá como número uno por tercer año consecutivo, pues ya había despachado 399 aviones en los primeros 11 meses del año.
La progresión de las ventas de Boeing en los últimos tres años ha sido notable. En 2003, en medio de la crisis que vivió el sector aeronáutico tras los atentados del 11-S y la guerra de Irak, el gigante aeroespacial estadounidense vendió apenas 249 unidades de sus aviones comerciales, cifra que incrementó hasta las 277 unidades un año más tarde. El verdadero salto cuantitativo se produjo en 2005, cuando triplicó sus ventas, hasta las 1.002 unidades. Entonces se veía difícil en Wall Street que pudiera superar esa marca, que en 2006 rebasó en 42 aparatos.
Airbus publicará los datos de pedidos del conjunto del año el 17 de enero, pero sus ventas acumuladas hasta noviembre eran de 635 aeronaves, fuera del alcance de la cifra de Boeing.
Hay tres factores que explican este vuelco en la supremacía del sector aeronáutico por número de pedidos: el potencial de mercados emergentes como el de Asia, la recuperación de la demanda en EE UU tras el azote de los ataques suicidas del 11-S y la crisis que vive su rival Airbus. A esto hay que sumar que la estrategia de Boeing se concentra más en el segmento de aviones regionales, como la última generación del B-737, aunque sigue manteniendo en su oferta aviones de gran tamaño, como el B-777 y el mítico B-747. Además, el Dreamliner, que entrará en servicio el año próximo, ha tenido también gran éxito de ventas como una apuesta idónea para vuelos de largo recorrido, pero de tamaño medio (250 a 300 pasajeros).
Airbus, sin embargo, enfocó su táctica hacia el nuevo modelo de avión intercontinental, el superjumbo A-380, con capacidad para 550 a más de 800 pasajeros, ante una idea sobre el futuro de la aviación comercial basado en economías de escala por volumen de pasajeros. Pero el A-380 sufrirá importantes retrasos en las entregas de los primeros modelos por problemas de producción. Es un avión que no logró un solo pedido de enero a noviembre de 2006 y que acumula sólo una cartera de 159 unidades encargadas.
Las cosas no han ido mucho mejor con el A-350, la otra gran apuesta de futuro del consorcio aeronáutico europeo y que rivalizaría de forma más directa con el Dreamliner. De hecho, Airbus ha decidido rediseñarlo para hacerlo más competitivo.
Boeing, en paralelo, desarrolla una nueva versión más eficiente del B-747 en sus versiones para pasajeros y transporte de mercancías, que utilizará una tecnología similar a la del revolucionario B-787 y con el que pretende cubrir el hueco que queda entre los aviones de tamaño medio y de gran envergadura.
Los contratos firmados por Boeing el año pasado revelan, de hecho, que el B-737 es su avión más solicitado, sobretodo entre las aerolíneas de bajo coste, con 729 unidades vendidas, seguido de lejos por el modelo B-787 con 157. Los grandes aviones B-747 y B-777 también mostraron resultados sólidos, con 72 y 76 unidades vendidas respectivamente. Southwest fue el mejor cliente, con 82 pedidos, seguida por Air Berlin (75), Qantas (50), Ryanair (42) y Continental (39), por no dejar de mencionar a Lufthansa (20), que como Air Berlin es cliente tradicional de su rival europea.
Airbus gana en entregas
Pero como muestra los contratiempos vividos durante los últimos meses en Airbus, una cosa son los pedidos que se firman y otras las entregas. Boeing mantiene que sus clientes recibirán los aviones que han comprado en el plazo previsto. De momento, las cifras de cierre de año muestran que el fabricante estadounidense entregó 398 aparatos, de los que 302 corresponden al B-737 y otros 65 al B-777. Aquí, Airbus sigue por delante, con 399 entregas hasta noviembre, gracias a las ventas cosechadas de años anteriores y que le mantendrán en esa posición hasta 2008. Boeing espera entregar unas 445 unidades este año.
"Ha sido un año excelente", se congratulaba ayer el responsable de la división de aviación comercial de Boeing, Scott Carson, quien destacó que 2006 fue utilizado por la compañía para afianzar su cartera de clientes en todas las regiones del mundo y hacia su línea de productos. "La sólida cartera de pedidos de los últimos dos años valida nuestra estrategia", remachó, a la vez que subrayaba que Boeing está "llevando al mercado el producto y servicio que necesitan los clientes".
Los analistas del sector vuelven a decir ahora que es muy difícil que Boeing supere esta marca en 2007 y no creen que los pedidos combinados con Airbus superen las 1.100 unidades. La clave, en todo caso, estará en lo que hagan las aerolíneas estadounidenses, como American Airlines, United Airlines y Delta Airlines. Se espera que esta industria cierre 2006 con unos beneficios superiores a los 2.000 millones, que podrían triplicar en 2007, y sigan la estela de Continental y Southwest.
Airbus, entre tanto, intenta evitar que se produzcan nuevas cancelaciones de pedidos a favor de los aviones de Boeing, como las que protagonizaron la compañía de mensajería FedEx o la aerolínea Emirates. Para intentar recuperar el terreno en el segmento de los aviones de entre 250 y 360 pasajeros, el consorcio europeo está desarrollando su nuevo modelo A-350, que competirá con el B-787 y el B- 777 y que ayer logró su primer pedido, aunque no se espera que entre en servicio hasta 2013. Con este modelo se juega ser primero o segundo en un mercado de dos.
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