Despedida sin mucho ruido

La Bolsa española cierra la última semana del año con un avance del 0,57% y una ganancia anual acumulada del 31,79%. La inactividad ha definido estos últimos días de un ejercicio que ha colmado con creces las expectativas de la mayoría de gestores e inversores.

La semana que ha puesto fin al ejercicio más brillante desde 1998 se ha resuelto con una subida del 0,57% en el Ibex 35 y ha estado marcada por la inactividad. El principal índice de la Bolsa española termina el año en 14.146,50 puntos y con una ganancia acumulada del 31,79%, mientras que el índice que representa a las empresas medianas sube el 42,09% en el año y el de las pequeñas empresas el 54,45%.

La falta de interés de gestores e inversores se debe al hecho de que el ejercicio ya estaba cerrado desde el último vencimiento de los contratos de opciones y futuros de este mismo mes y, también, a que los profesionales del mercado esperaban para estos últimos días del año un incremento de las órdenes de venta por motivos fiscales, más favorables ahora para las operaciones de más de un año. Los volúmenes negociados, con una media diaria de 4.113,91 millones de euros, indican que no ha sido así y que el poco papel que ha llegado al mercado ha encontrado en casi todo momento la contrapartida suficiente como para que las cotizaciones hayan sufrido pocos sobresaltos. La contratación diaria ha caído en 2.772 millones de euros respecto de la semana anterior, mientras que las operaciones del mercado "abierto" bajaron hasta los 2.651,49 millones de euros, 735 millones menos por día que en el ciclo precedente.

Los escasos indicadores económicos conocidos a lo largo de esta corta semana muestran un giro importante para la economía de Estados Unidos, que podría haber tocado fondo en su fase de enfriamiento. La venta de viviendas, tanto nuevas como usadas, ha subido en noviembre, al tiempo que el índice de actividad económica del área de Chicago volvía a situarse en terreno positivo en diciembre, al superar el listón de los 50 puntos. También la confianza de los consumidores sorprendió a los analistas con su subida hasta 109 puntos en ese mismo mes. El resultado de este conjunto de datos positivos llevó a la Bolsa de Nueva York hasta su nivel máximo histórico, pero en las sesiones finales los inversores frenaron su optimismo al considerar que con esos datos la Reserva Federal no bajará los tipos de interés, que era la principal apuesta del mercado.

En la eurozona se conoció la subida a un ritmo del 9,3% de la masa monetaria, activos en manos del público y depósitos a corto plazo, de noviembre, un indicador que el BCE tiene muy en cuenta para medir el comportamiento de la inflación, lo que terminó de convencer a los inversores de que habrá subida de los tipos de interés en la reunión del BCE de enero.