Cabanes otorga licencia de restaurante a un club precintado

"Te contestaré por escrito", fue la respuesta que el concejal de Esquerra Unida en el Ayuntamiento de Cabanes, Carles Mulet, recibió del alcalde, Artemio Suriana, tras preguntarle por la licencia de actividad como restaurante otorgada a un club del municipio. Mulet explicó que el local funcionaba como prostíbulo junto a la N-340 y fue precintado por la Guardia Civil después de la petición implícita del Consell por mantener una actividad (explotación sexual) sin licencia. La reclamación de la Generalitat provocó la actuación del Consistorio, que hubo de solicitar la intervención policial para hacer efectiva la clausura, ya que, además, el establecimiento estaba ubicando en un lugar fuera de programación urbanística. Así, la Guardia Civil precintó el establecimiento y, ahora, "inexplicablemente", tal como señaló Carles Mulet, "el alcalde ha accedido a las peticiones del empresario y ha permitido abrir de nuevo el local para una actividad como bar-restaurante, sabiendo que la actividad iba a ser puramente de comercio sexual". El edil de EU añadió que, de hecho, el local fue reinaugurado "y en la publicidad no se dejaba espacio a dudas". La licencia se ha otorgado pese a que los informes de los técnicos indican que "este local no puede funcionar de ninguna manera". Sin embargo, el alcalde, según Carles Mulet, "en lugar de hacerles caso, concede licencias, aunque todavía existe el precinto policial".