Guerra en el siguiente nivel
En 'Gears of War', donde por fin se aprecia el potencial de la consola de Microsoft, hay que recobrar el control del planeta
Toda consola tiene tres etapas marcadas a lo largo de su vida operativa. La primera, con los títulos de lanzamiento, en que apenas se muestran las capacidades de la máquina. En la segunda, normalmente al año y medio de estar en el mercado, aflora toda la potencia al conocer los programadores lo que se llevan entre manos. La tercera, poco antes de su muerte, permite la aparición de alguna filigrana hecha por malabaristas de la programación. Gears of War abre la segunda etapa de Xbox 360.
En un futuro apocalíptico los habitantes del planeta Sera llevan 14 años bajo el yugo de los Locust, una raza que sobrevino del subsuelo y prácticamente arrasó las civilizaciones.
Domingo Santiago, un soldado de las fuerzas especiales Delta, rescata a su compañero Marcus Fénix de una cárcel gubernamental, donde cumple condena por supuesta traición, para incorporarle al equipo que va a llevar a cabo el último intento para acabar con el enemigo: colocar un resonador en las entrañas de la base Locust y dejar al descubierto el entramado de túneles que usan para organizar sus ataques. Ellos son la última esperanza de la Coalición de Gobiernos Organizados.
Gears of War
Desarrolla: Epic Games
Distribuye: Microsoft
Plataforma: Xbox 360
Género: Acción
Edad: Mayores de 18 años
Precio: 60 euros
Sitio: www.gearsofwar.com
Epic es una compañía desarrolladora suficientemente influyente como para haber convencido a Microsoft de que incorporara de serie 512 megas de memoria RAM en su Xbox 360, con el objetivo de poder parir productos de la talla de Gears of War. Los responsables del motor gráfico Unreal Engine, han adaptado su tercera revisión para que saque todo el rendimiento de los cuatro procesadores de la consola de Microsoft. El resultado es tan bueno que rechina en el televisor tradicional. Se recomienda uno con HD Ready.
Lujo de detalles
Al buen acabado tecnológico, se le suma el gusto por la homogeneidad en los entornos, consiguiendo un resultado creíble. La iluminación en tiempo real modifica por completo el aspecto de los entornos y de los personajes, éstos últimos pormenorizados hasta el escalofrío. En su rostro se aprecian arrugas, cicatrices, barbas incipientes; sólo con su expresión se predice el diálogo.
La principal baza de Gears of War es su concepción de la acción. En lugar de usar la visión en primera persona y el punto de mira centrado, se opta por una perspectiva desde atrás del protagonista y la obligatoriedad de parapetarse para atacar con garantías.
Es vital encontrar objetos o elementos, como columnas o muros bajos, tras los que cubrirse. Una vez a salvo es posible realizar movimientos especiales para saltar de un parapeto a otro. Desde esa posición basta pulsar el gatillo izquierdo para asomarse y apuntar al objetivo, movimiento que requiere de cierta destreza con los pulgares. El diseño de las armas es muy bueno, pero destaca el de las granadas, para las que se muestra una trayectoria antes de ser lanzadas.
La inteligencia artificial de los enemigos merece mención aparte. Se puede reintentar una misma escena varias veces con reacciones por parte de los atacados totalmente distintas. Unas veces se esconderán, otras pedirán refuerzos o buscarán una ruta alternativa. El sistema de impactos permite muertes por un solo disparo en la cabeza o provocar heridas en las distintas extremidades, ante lo que las reacciones varían. Siguiendo el ejemplo de Call of Duty, aquí tampoco hay nivel de vida para el protagonista. En caso de ser alcanzado, basta con refugiarse unos minutos para que, milagrosamente, desaparezcan las secuelas.
La localización es perfecta, así como la traducción, con un lenguaje adulto que no desmejora el guión, y la selección de los actores de doblaje se ha cuidado.
Gears of War aún tiene un último golpe escondido en forma de partidas cooperativas, ya sea en la misma consola o a través del servicio online de Xbox. Además de acabar conjuntamente con la plaga de Locust, también es posible participar en contiendas todos contra todos, en solitario o por equipos.
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