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Reportaje:

Residuos energéticos

Valoriza, del grupo Sacyr, lidera la producción de biomasa agrícola

Sobre una facturación total de Sacyr Vallehermoso de unos 4.400 millones de euros para este ejercicio, su división de energías renovables representa unos 300 millones de euros. Sin embargo, para el grupo se trata de una apuesta de futuro donde la explotación de la biomasa constituye uno de sus principales retos mediante el funcionamiento de casi una decena de plantas.

El grupo ha invertido más de 300 millones de euros en varias plantas para la producción de pellets, energía eléctrica y térmica
Las podas de viñedos, olivares, frutales, rastrojos, sacas de montes y el orujo de las almazaras olivareras constituyen la base de la biomasa

En los últimos dos años, las inversiones del grupo para el desarrollo de energías renovables se elevan a cerca de 300 millones de euros, de los cuales, algo más de 200 millones corresponden a las plantas destinadas a la producción de energía eléctrica, 30 millones para la producción de pellets y otros 20 millones para el desarrollo de energías térmicas. "Con estas inversiones", señala el consejero delegado de Valoriza, la empresa del grupo, Emilio López Carmona, "estamos haciendo, con rigor, una apuesta de futuro, porque creemos en las energías renovables en su conjunto y muy especialmente en la biomasa".

Objetivo del grupo es lograr en el horizonte de 2010 una producción total de biomasa de 2,5 millones de toneladas, que equivaldrían a unas 800.000 de toneladas equivalentes de petróleo. El 90% sería para la utilización en sus propias plantas y solamente un 10% de la misma sería para la venta a terceros, fundamentalmente para usos térmicos en España o en el exterior. De ese 90%, un 50% es para la producción de energía eléctrica y un 40% para la energía térmica.

Codo a codo con el campo

Para la obtención de ese volumen final de biomasa, el grupo ha desarrollado en los últimos años una estrategia con el sector agrario como protagonista tratando de lograr un equilibrio de intereses. En las producciones de cultivos herbáceos, Valoriza ha llevado a cabo programas de investigación en cultivos sobre una superficie de unas 1.000 hectáreas sobre la base de acuerdos con agricultores individuales o cooperativas. Estas experiencias se han centrado en cultivos como el sorgo, mientras se han descartado otras producciones como el cardo. En el segmento de cultivos leñosos, las investigaciones del grupo se han centrado en las plantaciones de chopos y sauces. Los planes de Valoriza cotemplan la construcción de una planta para el suministro de la materia prima de 2.000 hectáreas.

La utilización de residuos de la actividad agraria o forestal constituye un tercer medio para el aprovisionamiento de biomasa basándose en restos de rastrojos de maíz, cereal, girasol o algodón. Pero la apuesta más importante se ha planteado en la recogida de residuos de podas de viñedos o de frutales. En estos casos, los planes de Valoriza se centran en la construcción de una planta en Castilla-La Mancha para unas 30.000 toneladas de sarmientos y otra planta en Cieza (Murcia) para el tratamiento de 70.000 toneladas de podas de frutales

Finalmente, el eje de la actividad del grupo en la utilización de la biomasa para la generación de energía lo constituye el sector olivarero, con plantas de transformación en Puente Genil (Córdoba) y en Villanueva de Algaidas (Málaga). Por un lado, con acuerdos con las almazaras cooperativas e industriales, se utiliza el orujo de la aceituna, obteniendo aceite de orujo y biomasa para su transformación en energía eléctrica o térmica. Finalmente, con el olivar como protagonista, el grupo se propone la recogida de 1,5 millones de toneladas de podas o ramones sobre una superficie de unas 250.000 hectáreas.

Rentas y medio ambiente

La Unión Europea sólo cubre en la actualidad el 4% de sus necesidades energéticas con biomasa, según los datos manejados por la Comisión Europea, mientras su potencial para utilizar todo tipo de residuos para su transformación y obtener energía es muy superior. Solamente en el segmento de la silvicultura, por las dificultades existentes para una explotación de los recursos, cerca del 35% de la madera de los bosques no se emplea para nada. Caso de utilizarse todo el potencial de biomasa en los países comunitarios, en 2010 se podría lograr que se pasara de 69 millones de toneladas equivalentes de petróleo (mtep) a 180 mtep.

La biomasa ocupa un lugar preferente en la estrategia comunitaria para el desarrollo de energías renovables. Frente al objetivo de que los biocombustibles supongan en 2010 el 5,75% del total de los biocarburantes para el transporte, la biomasa constituye una alternativa clave para la producción de energía eléctrica y térmica.

La utilización de la biomasa tiene, además, dos vertientes para las empresas y el sector agrario. Por un lado, puede constituir un negocio complementario a las rentas del sector agrario con el desarrollo de una serie de producciones de cultivos herbáceos y leñosos para vender a las empresas transformadoras. Pero, por otra parte, la producción de biomasa a partir de residuos agrarios, como podas de frutales, olivares, orujos de almazaras o viñedos, constituye una solución medioambiental a la actividad de los propios agricultores que, de esta forma, eliminan sin coste alguno sus restos, que actualmente son quemados o abandonados.

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