Europa ante 2007
El balance a cierre de año de las economías de la eurozona es, desde un punto de vista macroeconómico, muy positivo. Por fin, Europa supera las expectativas. La tasa de crecimiento para el conjunto de 2006 se podría situar ligeramente por debajo del 3%. El comercio mundial ha sido un importante factor de empuje de las exportaciones a nivel agregado, aunque diferenciador entre países. Por ejemplo, Alemania está siendo una de las economías que mejor ha capitalizado el crecimiento mundial gracias a una combinación de su especialización productiva, diversificación geográfica y ganancias de competitividad. También el dinamismo de la inversión ha constituido una sorpresa en el presente año. El sector empresarial partía de una situación financiera saneada y ha consolidado ratios de rentabilidad y beneficios de por sí ya positivos. En un entorno de notable creación de empleo, donde la inflación, impulsada por el petróleo, se ha situado por encima del objetivo del BCE y las expectativas de inflación han estado en niveles elevados, la contención de los salarios es un hecho muy destacable.
Los analistas son optimistas respecto al crecimiento de Europa en 2007, lo que se traducirá en más subidas de tipos de interés
Mirando adelante, el pronóstico de crecimiento para la eurozona en 2007 es favorable y, a raíz del sentimiento positivo entre el sector empresarial, crecientemente compartido por instituciones e incluso por los analistas más escépticos. Con todo, hay que recordar que los pronósticos están inevitablemente asociados a un grado de incertidumbre. De hecho, las decisiones de política monetaria dependen no sólo de la probabilidad asignada al escenario base, sino también de los escenarios alternativos (más optimista o más pesimista) y sus probabilidades. Para el BCE, un escenario alternativo, no poco probable, es aquel en el que se puedan manifestar tensiones inflacionistas, derivadas del fuerte crecimiento de los agregados monetarios y del crédito y/o de una aceleración de los salarios. Algo menos probable parece ser aquel en el que se mantenga o acentúe la apreciación del euro, pues sesgaría a la baja tanto la inflación como el crecimiento y, por tanto, frenaría las subidas de tipos. Con este esquema se explica que el BCE, a pesar de la subida y el nivel alcanzado de los tipos de interés, mantenga un discurso alcista en política monetaria. Lo que conduce a pronosticar que los tipos de interés seguirán subiendo en el primer semestre de 2007.
Sonsoles Castillo es economista jefe para Europa del Servicio de Estudios de BBVA.
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