El Defensor andaluz denuncia la deficiente asistencia a las personas que viven en la calle
Sólo el 25% de los 'sin techo' duerme en los albergues para transeúntes de Andalucía
Cada vez hay más personas que viven en la calle. Los recursos dedicados a atenderlas, sin embargo, no crecen al mismo ritmo. Un informe del Defensor del Pueblo andaluz, Jósé Chamizo, denuncia las "escasas" ayudas que reciben la instituciones que los atienden, la "ausencia" de un organismo público que coordine la labor en este campo y el "insuficiente" número de plazas residenciales. Unos 10.000 'sin techo' utilizaron el año pasado las dependencias existentes en Andalucía. El 54% de los encuestados por el Defensor duerme en la calle de forma habitual y sólo el 25% usa los albergues.
La exclusión social crece. Entre los perfiles recogidos en el último informe de la oficina del Defensor del Pueblo andaluz figuran ancianos con escasas prestaciones, minorías étnicas, jóvenes arrastrados a las adicciones o mujeres que han sufrido violencia "directa y estructural", entre otros. La red que les atiende es heterógenea, dispersa y poco profesionalizada. En su atención se denota, según el estudio, "la ausencia de un organismo coordinador de los programas, centros y recursos".
José Chamizo, tras presentar el informe a la presidenta del Parlamento, Mar Moreno, criticó también "la escasa coordinación entre las redes y servicios" dirigidos al colectivo, además de la falta de plazas residenciales "sobre todo cuando se observa un crecimiento importante". También las ayudas económicas que dedican las instituciones públicas a las entidades que gestionan servicios son "escasas" y "con mucho retraso". Chamizo reclamó ayer la creación de un Observatorio, un sistema de información centralizado para conocer el número de transeúntes y un programa de la Consejería para la Igualdad y el Bienestar Social para este colectivo, entre otras peticiones.
El estudio considera difícil precisar cuántas personas se ajustan al perfil de vagabundos en Andalucía, aunque cita a título orientativo las más de 10.000 personas que pasaron por las 155 instalaciones para transeúntes de comunidad. En la encuesta incluida en este trabajo, a partir de 269 entrevistas, se concluye que existe un fuerte desarraigo familiar, a pesar de que el 48% afirmó que tenía hijos. Cuatro de cada diez entrevistados había estado encarcelado. Y también predominan las personas con enfermedades mentales (el 36% había acudido al especialista). Sin embargo, la tasa de portadores de VIH es más baja (6%) que la media estatal (8%).
En el informe se constató que la heroína sigue siendo una droga muy consumida, que afecta al 19% de los sin techo, en contraste con la drástica disminución que ha experimentado en la sociedad en los últimos años. Otra adicción que les distingue porque casi ha desaparecido del resto de la población son los pegamentos, que inhala un 4%. El alcohol es, sin embargo, la sustancia más consumida, seguida del hachís y la cocaína. El 31% no había participado en ningún programa de deshabituación.
Las razones más citadas por los entrevistados para explicar por qué habían dormido en la calle fueron las drogas, el alcohol, la falta de trabajo, las separaciones y las enfermedades psíquicas. Sólo el 17% abandonó su casa de forma voluntaria. El 54% afirmó que dormía en la calle de forma habitual y sólo el 25% utilizaba los albergues. Casi un 6% dormía en una vivienda ilegal.
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